Cuando un equipo ficha lo hace, entre otras cosas, para que los ‘nuevos’ le den puntos a su equipo. Si esa es la máxima, el Abanca Ademar puede estar contento con la llegada de Ivan Mosic y Dino Slavic, porque ellos dos fueron los principales culpables de que el equipo leonés no arrancara su andadura en la Liga de Campeones con derrota.Y es que el equipo leonés salvó un punto gracias a unos sensacionales minutos finales de los dos jugadores balcánicos, uno en ataque y el otro en portería, que enjugó el mal partido general de un equipo que no se encontró cómodo en ningún momento sobre la pista del Cocks finés, que maniató a los leoneses en ataque y al que solo el miedo a ganar le terminó apartando del triunfo.
Que la visita a Finlandia no iba a ser sencilla ya lo sabía el Abanca Ademar antes de partir rumbo a Vantaa, pero por si acaso el Cocks se lo demostró desde el primer minuto. En un día histórico para el balonmano finés, el primero en que un equipo del país participaba en una fase final de la Liga de Campeones, los de Gintaras Savukynas salieron a ‘comerse’ la cancha.
Con Nico Rönnberg a la cabeza en ataque y una intensísima defensa que repercutió también en el acierto del portero Morkunas, el 2-0 de inicio obligó al Abanca Ademar a levantar las orejas para,no sin problemas, igualar de nuevo la contienda (3-3) con Carrillo destacado.
En unos minutos finales de desconcierto y sin acierto, el Abanca Ademar pudo llevarse incluso el triunfoSin embargo, el equipo leonés no se parecía en nada al que Rafa Guijosa y los aficionados leoneses quieren ver y eso se notaba en un ataque posicional anulado y una primera línea desaparecida e incontables problemas para retener al ataque finés en los seis metros.
Hizo mucho daño ahí el pivote bielorruso Lukyanchuk, que obligó a parar el partido a Rafa Guijosa antes de cumplidos los primeros 10 minutos de partido.
El poderío en el centro de la defensa de los locales impedía al Abanca Ademar encontrar tiros cómodos dependiendo casi en exclusiva de lanzamientos forzados con el pasivo casi siempre avisado. Una situación insostenible que permitió al Cocks abrir brecha en el marcador hasta una máxima de 4 goles que ponía cuesta arriba el partido para los leoneses (8-4).
Sin embargo, la aparición primero de Mosic y después de David Fernández en los últimos minutos de la primera mitad le dio otro aire al equipo leonés que le permitió reducir la distancia hasta los dos tantos al descanso (13-11).
El inicio de la segunda mitad tampoco dio sensación de que Rafa Guijosa y los suyos pudieran cambiar el guión del partido, si bien es cierto que al exclusión Tsitou y un ‘fly’ de Acacio redujeron por primera vez en muchos minutos la brecha hasta un solo gol.
Sin Mario López y en un mal partido de Gonzalo, Carrillo se vio obligado a jugar a mano cambiada sin tener tampoco acierto viendo como Rönnberg volvía a aumentar la ventaja de nuevo hasta los 4 goles (18-14).
Fue ahí donde le entró al Cocks el pánico escénico ante la historia, la de vencer a un clásico de Europa en su debut en la competición.
Más que por la defensa ademarista, el desacierto de Cocks y la aparición estelar de Slavic deteniendo varios lanzamientos librados en seis metros permitieron al conjunto leonés endosar un parcial de 0-4 con los dos últimos tantos de Mosic para igualar el partido (18-18) por primera vez desde el 3-3.
Ahí tuvo el Abanca Ademar incluso la oportunidad de ganar el partido, pero simplemente no era el día. Pesic y Simonet dispusieron de balones francos para anotar frente al portero... pero no fueron capaces de agarrarlos.
En medio del desconcierto el capitán de los fineses, un destacado Tamminen, hizo el 19-18 y Mosic respondió igualando de nuevo el partido. Restaban aún un par de minutos en el electrónico... pero este ya no se movería más.
Morkunas y Slavic se erigieron en héroes para los suyos y el Abanca Ademar dispuso del último balón para llevarse la victoria. Pero de nuevo, no era el día. Mosic tenía el último golpe franco con el tiempo ya agotado pero de nuevo el portero lituano detenía el lanzamiento ante la barrera.
Un punto justo, que sabe a poco por el mal partido de los leoneses y que solo hará bueno o malo el transcurrir de la competición. Por el momento quedará centrarse en la liga Asobal con los dos próximos partidos fuera de casa en canchas difíciles como Pamplona o Irún para buscar el primer triunfo del año. Europa regresará ya para dentro de 10 días en la visita a León del Dinamo de Bucarest y ahí ya sí que solo valdrá la victoria.