Ceferino Maestú: "Sería buena una moratoria del 5G hasta que sepamos suficientes datos"

Entrevista al director del Laboratorio de Bioelectromagnetismo de la Universidad Politécnica de Madrid

Sergio Jorge
25/11/2019
 Actualizado a 25/11/2019
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El salón de actos del Ayuntamiento de León acoge el viernes 29 de noviembre (a las 19 horas con entrada libre) una conferencia de Ceferino Maestú, doctor en Medicina y director general del Laboratorio de Bioelectromagnetismo del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid. En este encuentro explicará los posibles efectos en la salud del 5G que, según asegura, podría tener consecuencias y para ello hay que estudiarlo antes.

– ¿Cuáles son los problemas que pueden aparecer con el 5G?
– En la conferencia hablaremos sobre la inconsistencia que da el 5G, que desde el punto de vista de la investigación no hay los suficientes resultados como para saber si hay consecuencias para la salud. Expondremos las condiciones que tendría que haber para que esto fuera seguro, ya que por ahora no tenemos constancia de que sea así.

– ¿Hay razones para pensar que el 5G puede provocar problemas?
– El problema de los investigadores es que cuando damos una opinión tenemos que dar datos. Pero no hay que aseguren que no es nocivo para la salud. Igual que en otras situaciones, hay que hacer trabajo previo para asegurarlo. Por ahora no hay investigaciones para afirmar que esto es seguro, y tampoco que no lo es. Por eso sería bueno establecer una moratoria hasta que sepamos suficientes datos o modificar los estándares actuales a la baja.

– ¿Es posible esa moratoria teniendo en cuenta que hay una carrera para implantar este nuevo sistema?
– Desde el punto de vista científico podemos llamar la atención a los administradores públicos en el sentido de que hay que tener precaución a la hora de establecer nuevos desarrollos. La carrera comercial sobre el 5G no nos puede hacer olvidar cuáles son las prioridades, que son siempre la protección de la salud frente al desarrollo industrial.

– ¿Se hicieron estudios cuando se implantó la línea 4G?
– Ha habido muchos estudios pero está ocurriendo lo mismo, tampoco en aquella época hubo un diseño de trabajos. Se realizó una comisión que hizo un estudio de una serie de publicaciones y decidió que a los niveles que se estaban planteando solo había un efecto térmico, con la posibilidad de que las microondas calienten los tejidos. El resto de los efectos no había que proteger, o se daban en niveles muy bajos. Y así se desarrolló todo el sistema, pero hay que decir que en países como Italia se ha legislado muy por debajo de los límites de protección que tenemos en España o en parte de la Unión Europea, por lo que parece que sí hay diferentes sensibilidades a la hora de proteger la salud.

– ¿Tendría que ser la UE la que debería tomar partido para unificar el criterio en toda Europa?
– Claro, porque tiene que haber unas normas que sean comunes a todos los miembros. Lo que decimos es que encontramos resultados a unos niveles muy inferiores dentro de las normas de protección, por lo que habría que revisarlas y colocarlas mucho más abajo y que afecte a todos los ciudadanos de la UE. No tiene por qué haber dos sistemas de protección en diferentes países.

– ¿Las características propias del 5G pueden resultar más peligrosas?
– Lo diferente del 5G respecto a lo que tenemos es que va a aumentar las frecuencias que se van a utilizar, ya que van a ser más altas, de ahí que no conozcamos mucho las consecuencias, y a ello se une que aumenta la densidad de potencia que se necesita para poner en marcha los dispositivos nuevos, como los vehículos sin conductor.
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