Canelo, el perro con calle

12/01/2023
 Actualizado a 12/01/2023
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Esto de las televisiones con 5.000 canales en los que, sobre todo a las tres de la mañana, no encuentras nada que ver te hace descubrirte viendo un programa repetido de, por ejemplo, la televisión andaluza; un reportaje en Cádiz en el que buscan las calles más conocidas de la ciudad.

No tenía suerte Fernando Quiñones, pese a los muchos libros que ha vendido y no debían ser sus lectores los que andaban de paseo; tampoco Concepción Arenal pese a haber tenido molino en Villamartín de Don Sancho; ni el obispo José María Rances, que algo habría hecho para ser obispo y tener calle; ni el Almirante Pascual Pery, con lo que lucen los trajes de la marina cuando los pasean por la alameda; ni siquiera el alcalde Sánchez Cossío, que lo imagino primer edil de la ciudad. Más conocidos y reconocidos eran gentes como Antonio Burgos, un personaje en el sur; y, sobre todo, Adela La Chaqueta, que se nota que el cante tira mucho por allí y sí sabían un buen número de los entrevistados de esta cantaora de raza, descendiente de la saga flamenca de ‘Chalecos y Pantalones’, que mira que tienen arte los gaditanos con estas cosas de las sagas.

Pero la sorpresa llegó cuando había una calle que todos, 100% de los gaditanos preguntados, sabían quién era ‘el titular’ de la Calle Canelo.

Curiosamente no era ni militar, ni periodista, ni obispo, ni futbolista, ni cantaora, ni bailaora, ni alcalde, ni dios que lo fundó... Canelo fue «un perro», cuya vida explicó una de las encuestadas: «Era un perro que ya lo quisiera yo de marido. Iba con su amo a todas partes, también le acompañaba una vez por semana al hospital, para ponerse la diálisis... Un día murió el hombre y el perro estuvo doce años a la puerta del hospital esperando a que saliera. Y murió él allí.

Justo es que los gaditanos recuerden a Canelo.
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