Cambios que conectan a las residencias de mayores con el cuidado del medioambiente

El cuidado del medioambiente se ha convertido de un tiempo a esta parte en una inquietud para gran parte de la ciudadanía y, si bien es cierto que las nuevas generaciones parecen ser las que están tomando la iniciativa en esta materia, no se puede dejar de lado que Castilla y León, tercera Comunidad Autónoma más envejecida de España, es un ejemplo de sensibilización.

En los últimos cinco años la Comunidad ha aumentado su tasa de reciclaje de envases un 32 por ciento y la de papel y cartón un seis según cifras proporcionadas por la Junta de Castilla y León. Esto no habría sido posible sin la colaboración de la ciudadanía, la de todas las edades. Es por ello que en este proceso de cambio hacia un modelo de consumo más sostenible las personas mayores tienen un papel fundamental y más si se tiene en cuenta que los mayores de 65 años ya son uno de cada cuatro habitantes de la provincia leonesa.

Por ello, y porque los mayores son referentes en muchos aspectos, la residencia CleceVitam Otazu, ubicada en la capital leonesa junto a los Jardines de San Francisco, trabaja desde hace tiempo el concepto del reciclaje con sus usuarios quienes, a partir de esta primavera, cuentan también con una renovada zona verde en su patio tras la reforma realizada en el mismo. Ahora, además de disponer de zonas de descanso al aire libre, los residentes cuentan con el relajante sonido de un estanque natural así como de las vistas de un colorido jardín.

El objetivo de este cambio no es otro que proporcionar a los usuarios un espacio agradable en el que descansar, leer, estar con el resto de residentes y familia o tomar el vermut cuando el tiempo lo permita mientras se mejora el impacto ambiental del centro residencial.

En este sentido, CleceVitam Otazu también está dando pasos al frente para minimizar el volumen de residuos que genera así como los elementos químicos empleados. Para ello, ha cambiado todos sus productos de limpieza por opciones concentradas y ecológicas que, al ser menos agresivas permiten el ahorro en consumos de agua, se gasta menos electricidad, se emplea menos plástico, aumenta la seguridad de trabajadores y usuarios y también son más respetuosos con la piel de las personas mayores.

Con estas iniciativas la residencia refuerza su compromiso con las sostenibilidad medioambiental para reducir la huella contaminante derivada de su actividad. Tanto es así, que desde la implantación de estas nuevas medidas ha conseguido disminuir los químicos que utiliza en un 68 por ciento y los residuos generados en un 62 por ciento, lo que supone un ahorro de 223 kilos de CO2, lo que equivale a las emisiones producidas por más de 90 litros de gasolina consumidos o el carbono que pueden limpiar de la atmósfera seis árboles.

Todo, para seguir trabajando en favor del medioambiente y de la salud de nuestros residentes con la vista puesta en la calidad de los servicios prestados para que las personas mayores sientan el centro como su hogar y disfruten de él con todas las garantías.