Tanto la formación como la pedanía señalan que las carencias que presenta Brugos de Fenar, como trozos de calle sin asfaltado donde hubo averías de agua, bombillas fundidas, falta de farolas en partes del pueblo (principalmente donde está el depósito de agua), falta de mantenimiento y limpieza, etc. «son competencia municipal, y el Ayuntamiento dispone de cuadrillas de operarios que deben dar solución a estas necesidades». Asimismo, apuntan que no ocurre lo mismo en el caso del agua, ya que la Junta Vecinal de Brugos, como el resto de juntas del municipio, tiene cedidos los derechos del suministro de agua y su cobro por solicitud de las juntas vecinales desde los años 70. «La cesión del saneamiento es de hace pocos años, y a consecuencia del contencioso con Candanedo, el resto de juntas vecinales del Valle de Fenar (todas gobernadas por el PSOE, excepto Candanedo gobernada por IU que no aceptó el canon) asumieron hacerse cargo del saneamiento, así como del pago del canon por vertidos, lo que conlleva las reparaciones del servicio, no así el asfaltado. Pero tanto históricamente, como en la actualidad, las pedanías han solicitado soporte al Ayuntamiento en caso de averías graves o necesidad».
El Ayuntamiento dispone de cuadrillas de operarios que deben dar solución a estas necesidadesA estas prestaciones en materia de servicios añaden que «el caso de Brugos es alarmante porque la actual Junta Vecinal heredó una deuda de alrededor de 12.000 euros, sin dinero en la cuenta y con unas condiciones lastimosas de los acuíferos que suministran al pueblo». Señalan que «el anterior presidente de la Junta Vecinal no presentó cuentas ni presupuestos durante años, además de no convocar concejos ni sesiones, no había facturas justificativas de las obras que afirmaba haber realizado y las reparaciones con respecto al suministro de agua eran inexistentes. Así, nada más entrar a gobernar la nueva junta, de IU, se encontraron con toda esta gestión y distintas averías relacionadas con el agua que les dejaron en varias ocasiones sin suministro, lo que obligó a tener que solicitar en el verano de 2019 unas cubas al Ayuntamiento, de las que ahora se requiere el pago a la Junta actual, cuando en anteriores ocasiones similares, siendo socialista el presidente de la Junta no se requería el cobro». En este sentido vuelven a hacer referencia a la última sesión plenaria apuntando que «indicaba el alcalde al ser preguntado por este tema en la sesión plenaria, que al haberse realizado en fin de semana, se tuvo que pedir el agua a la Diputación provincial, y por eso es la propia entidad local menor la que debe hacerse cargo del pago, porque si no se crearía un agravio con respecto a otras pedanías». Ante esta explicación, matizan que «no parece incomodar el agravio comparativo entre la anterior Junta Vecinal del PSOE y la actual».
En cualquier caso, señalan, «la actual Junta Vecinal se compromete a hacer efectivo ese pago, aun tratándose de un bien básico, pero pide que el Ayuntamiento asuma sus responsabilidades con el resto de carencias que presenta Brugos de Fenar, ya que en todos los años anteriores el equipo de gobierno del PSOE en el Ayuntamiento no pareció preocuparse ni interesarse por la labor que estaba haciendo su compañero en la pedanía de Brugos, lo que llevó a la precaria situación que heredaron y que día a día, y con el trabajo desinteresado de las vecinas y vecinos del pueblo, están intentando arreglar».
La réplica del equipo de gobierno
Ante estas declaraciones sobre las carencias en la pedanía de Brugos de Fenar, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de La Robla ha querido aclarar varios aspectos. En primer lugar señalan que el alcalde del municipio, Santiago Dorado, «en ningún momento del pleno celebrado el pasado día 25 de febrero, afirmó que las averías debían ser reparadas por los vecinos, es rotundamente falso. Lo que el alcalde manifestó a la concejala de IU es que son las juntas vecinales las responsables del mantenimiento de las instalaciones de su propiedad».
Respecto a la reclamación de una deuda, apuntan que «el día 13 de julio de 2019 la presidenta pidió al alcalde que solicitase la cuba de la Diputación para llevar agua desde los depósitos de La Robla hasta Brugos, ya que la cuba municipal estaba averiada en el taller, hechos que se repitieron nuevamente el día 16 del mismo mes. El alcalde advirtió a la presidenta del coste del servicio y esta se comprometió a asumirlo. La Diputación prestó el servicio en ambas ocasiones y el Ayuntamiento procedió al pago del importe liquidado por la institución provincial. 19 meses después, la Junta Vecinal no ha hecho frente al pago de esta cantidad, que como todas las deudas, el Consistorio está obligado a reclamar». En este sentido, destacan además que hasta ese momento, «jamás este Equipo de Gobierno había solicitado la cuba a la Diputación para una junta vecinal y por tanto también es falso que el Ayuntamiento se hiciese cargo de este coste en el mandato anterior».
En las críticas referentes al asfaltado, manifiestan que «en el Ayuntamiento de La Robla, como en todos, cuando se levanta la calle para reparar averías u otro tipo de obras, el responsable de devolverla a su estado anterior es el que hizo la reparación, y así lo hacen particulares, juntas vecinales, empresas, etc.».
Recalcan que «en Brugos de Fenar, como en las otras nueve del municipio, el Ayuntamiento es responsable del alumbrado público municipal, lo mantiene en perfecto estado y realiza las labores de mantenimiento correspondiente. Pero en aquellas dependencias de titularidad vecinal, son las juntas vecinales responsables de llevar a cabo esa tarea».
Argumentan que «en lo que llevamos de legislatura, son múltiples los trabajos realizados por el Ayuntamiento en Brugos de Fenar y siempre que su presidenta se ha puesto en contacto con este Equipo de Gobierno ha recibido respuesta». Por todo ello, lamentan «este burdo intento de generar crispación y malestar entre los vecinos del municipio, a los que queremos transmitir la seguridad de que todas las pedanías reciben el mismo trato, que todas son igual de importantes y que el Ayuntamiento de La Robla» colabora con todas ellas. Finalmente, manifiestan que «es muy fácil criticar y dar lecciones desde la oposición, pero gobernar es mucho más complicado, pues consiste en solucionar problemas, no en buscar culpables para los propios errores».