05/02/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Un artículo faltón publicado recientemente en el diario ‘The Times’ con consejos de un inglés para ser un español auténtico asegura que la gente de la piel de toro somos malhablados, vagos, maleducados e impuntuales (en esto último quizás tenga algo de razón si nos comparamos con los británicos más puros, la verdad). Pero también dice que el español «primero, olvida todas las nociones anglosajonas de educación, discreción y decoro», y que ser español «implica entrar un bar, besar y abrazar a completos desconocidos, gritar ‘oiga’ al camarero y tirar todo lo que no te puedas comer o beber al suelo».

Además de aludir al abanico como «una herramienta, no un souvenir», en el artículo se mencionan más inexactitudes como lo de que «a las 11 hay que dejar cualquier cosa que estés haciendo para tomar un sandwich y una cerveza que han de mantenerte activo hasta la hora de comer, a las 2» o que el español «hablado, o mejor dicho gritado está lleno de epítetos y palabras malsonantes» Cada uno tiene lo suyo. El salir de cañas y pillar una tajada de campeonato, ir con aires de superioridad victoriana, ser egocéntricos y egoístas, hooligans, horteras, poco aseados y sensacionalistas son virtudes que ya sabemos a quien pertenecen.Quizás para argumentar un ‘¿Cómo hacer balconing?’.

Leyendo artículos así es posible que debamos comprender a los guiris británicos que vienen, se ponen como cubas y la lían parda en Salou, Magaluf o Lloret de Mar, por citar algunos lugares de turismo barato para los chavales ingleses. Claro, que quizás no nos estemos dando cuenta de que en realidad son educadísimos gentlemen que lo único que intentan es integrarse en el país que visitan, aunque para ello tengan que abastecer a los medios de una colección de imágenes tan desastrosas como capaces de sonrojar a Su Graciosa Majestad.
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