Botillo en Cuaresma

Botillo en Cuaresma

OPINIóN IR

25/03/2018 A A
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Botillo en Cuaresma
Hay que tener cuidado con los dioses (o con lo viajantes de la empresa) pero a nada que te descuides te la preparan. Vete a ver qué pasaría para que ahora nos aprete una nevada sin ton ni son, que ya dicen en el bar: "Para mí que Mariano ha visto una fábrica de cadenas (para la nieve) y se ha emocionado". Dicen que igual dijo: "Me emociona ver una fábrica de cadenas y mientras este partido gobierne habrá cadenas, aquí y en Pontevedra".

Es lo que tiene ser tan sensible.

Pero igual la gurisma viene por otro lado. Al cielo no se le puede andar tocando las narices y ahora que andan con la cuaresma, la limonada, el rosario de la buena muerte, las tinieblas...

O la bula para poder comer el botillo... ¿a quién se le ocurre, con lo sensato que parecía Silván que el otro día me dio un abrazo en el fútbol, poner de plato del mes en la DO Tierra de Zampones al botillo en plena Cuaresma, sabiendo que es pecado de confesar con un canónigo, que un cura de a pie no está autorizado a absolverte».

Y vete a ver si se enfadó, que dicen que el cielo anda muy enfadica... Estas cosas hay que llevarlas con bonanza, pero sin tiros. Una vez fui con Mauri a un cura curandero para un reportaje y me hice pasar porque tenía lumbago para ver por dónde le entraba el agua al coco. Pues hicimos unas risas, pero al día siguiente fui a levantarme de la cama y me movía menos que Rubén de la Barrera en una sesión dominical del Ritornello, que me ponían las inyecciones con la jeringa de la yegua.

Sin ir más lejos, que hay que volver y menudo precio que tiene la gasolina. Un año ya era por Mayo, el día 1, cuando San Froilán celebra la romería de Valdorria, para que el lobo que unció en el lugar del burro que le mató no vaya a la manifestación del 1º de Mayo, pues llevaron de pregonero para que pidiera agua al director del Diario de León, Carrión a la sazón, y se puso tan mustio y pedigüeño que fue el cielo y nos mandó una nevada que tuvimos que hacer trineos con la tela de los pendones de la procesión. Que las cosas tiene un camino. Ya lo decía el cura: "Yo si queréis saco el santo... pero de llover no está". 
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