Bendueños - Pola de Lena

La antepenúltima etapa prosigue por tierras asturianas y en la misma podemos encontrar santuarios de estilo gótico como Nuestra Señora de Bendueños o la iglesia prerrománica de Santa Cristina de Lena

José Antonio Cuñarro
22/08/2016
 Actualizado a 12/09/2019
Iglesia prerrománica de Santa Cristina de Lena. | J.A. CUÑARRO
Iglesia prerrománica de Santa Cristina de Lena. | J.A. CUÑARRO
Desciendo de Bendueños y el camino coincide durante un trecho con el ‘Camín de los Moros’ que dejamos en vertiginoso descenso a través de un bosque de castaños hasta llegar a Campomanes.

Existió en Campomanes un portazgo de la ruta comercial que unía el puerto marítimo de Avilés con la Meseta, los peregrinos que por aquí pasaban estaban exentos de pagar.

Según la carta foral del obispado de Oviedo en el año 1274, Campomanes contaba con una alberguería de peregrinos junto a la capilla del Santo Cristo, que perteneció al Hospital de Peregrinos de la Concepción y estuvo abierto hacia 1680.

Encuentro en este bonito pueblo unos edificios peculiares, la capilla del Santo Cristo del siglo XVIII, el Palacio de Revillagigedo o como le llaman aquí, el ‘Palación’ situado junto al Puente Romano o tal vez medieval, por el que se salía del pueblo cruzando el río Huerna, la Casona de los Llanes-Posada y la Iglesia Parroquial del siglo XVII dedicada a Nuestra Señora de las Nieves.

Jovellanos habla de una buena posada en ‘Campumanes’ (Casa Felipe), donde comió "unas regaladísimas truchas, buena leche y excelente fruta".

Una copla popular decía así:

El pueblín de Campomanes
es estrecho, pero largo;
señoritas, no las tiene,
pero hay mozas de buen garbo.

Según la leyenda, aquí murió apuñalado Sancho III en el año 1035 de camino a Oviedo. "Si la hicisteis en Pajares, pagareislo en Campomanes" nos dice el refrán.

Salgo del pueblo por una agradable senda y veo la confluencia del rio Pajares con el río Huerna formando ahora el río Lena, que me acompañara a lo largo del camino.

Poco más adelante me encuentro con una senda empedrada que me lleva a una de las joyas del camino y de Asturias, la iglesia prerrománica de Santa Cristina de Lena.

Situada en una colina que domina el valle de Lena fue catalogada como Monumento Histórico Artístico en 1885 y la Unesco la declararon Patrimonio de la Humanidad en diciembre de 1985.

Datada a mediados del siglo IX dentro del periodo ramirense del prerrománico asturiano al igual que los monumentos prerrománicos del Naranco (Santa María y San Miguel de Lillo).

Se fecha su construcción en época de Ramiro I (842-850) o en la de su sucesor Ordoño I (850-866).

Los orígenes de Santa Cristina de Lena son bastante confusos, hay quien la atribuye un origen visigótico del siglo VII al identificarla con una primitiva fundación documentada bajo el nombre de San Pedro y San Pablo de Felgueres, siendo profundamente reformada durante los siglos de la Monarquía Asturiana.

En cuanto a la finalidad original de la construcción, son también diversas las hipótesis que se han manejado, existiendo quien la ha relacionado con la iglesia de una pequeña fundación monástica, y quien se decanta por atribuirle un origen como capilla de un complejo palatino suburbano para el recreo de la familia real.

Uno de los elementos que más destaca de la iglesia es un iconostasio de piedra que separa dos espacios, uno de ellos la nave central donde se congregaban los fieles y por otra parte el presbiterio o altar mayor donde se situaba el oficiante de la misa según el ritual visigótico.

A esta iglesia se la conoce como la de las muchas esquinas, ya que según se dice tiene 365 salientes, aunque a decir verdad yo me canse de contar a partir de la 150.

Se celebra una tradicional romería con misa en honor a Santa Cristina en el exterior del templo todos los años el último domingo de julio a las 12:30 horas. Acuden a ella los habitantes de los pueblos y caseríos cercanos. Al finalizar la misa hay una subasta de panes que se ofrece en honor a la santa. Esto se denomina "puya´l ramu".

Después de que Inés Faes, la guardesa de Santa Cristina, me explicase todo lo referente a esta joya, continúo mi camino siguiendo la senda empedrada hasta llegar a la estación de la Cobertoria que es en la actualidad un aula del prerrománico.

Poco más adelante cruzo el río Lena por un puente metálico hasta alcanzar la iglesia de Santa María de Vega del Ciego, lugar en el que se asentó el antiguo campamento romano de la ‘Villa Mamorana’.

‘La Vega’l Cigu’, nombre del lugar, tiene relación con su situación empozada, pues las primeras casas estaban en parte escondidas en La Foxaca, sobre el antiguo camino del valle aunque hay otra leyenda muy arraigada, de que fue cedido por su bravura en tiempos medievales, a un bravo soldado del lugar que quedó ciego en una batalla.

Pola de Lena está cerca y a su entrada, en una rotonda, me acerco a ver unas enormes esculturas de hierro representando la lucha de los Zamarrones.

En otras zonas de Asturias se les llama Sidros, Guirrios o Bardancos y son una cuadrilla de mozos que durante el Antroxu (carnaval) de Lena y en "les Mazcaraes d’Iviernu" (en Navidad) recorren las calles danzando y saltando vestidos con esteras de esparto, casi siempre tintadas en rojo o amarillo y que ceñían a su cuerpo con correas. De las esteras prendían cencerros enormes y cascabeles que hacían sonar mientras se contorsionaban alegre y estrepitosamente al son del tambor.

Entro en Pola de Lena y a la altura del Ayuntamiento las flechas me llevan hacia la estación del ferrocarril, el enorme y bien equipado albergue está situado en un edificio municipal multiusos.

Hoy toca descansar y perderme por las abundantes sidrerías de este precioso pueblo minero.

Ulteia y buen camino peregrinos.
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