Bajo la artística influencia de la ‘Pulchra Leonina’

Marga Román Modino lleva 30 años compaginando su trabajo individual con su estudio, en el que imparte clases de arte tratando de formar a nuevos artistas de todas las edades

Mercedes G. Rojo
17/04/2018
 Actualizado a 19/09/2019
La artista Marga Román Modino.
La artista Marga Román Modino.
Paso a paso seguimos avanzando por nuestros «senderos artísticos» para acercarnos hoy a la figura de Marga Román Modino, quien firma su obra bajo el nombre de Román Modino. Nacida y residente en León, lleva treinta años compaginando su trabajo individual –la creación de obra propia para exposiciones y particulares- con su estudio, en el que imparte clases de arte tratando de formar a nuevos artistas de todas las edades.

No se reconoce de otra manera que no vaya ligada a la expresión pictórica en la que ya de niña-adolescente se refugiaba para evadirse de las largas horas de reclusión estudiantil, llenando hasta los márgenes de los libros de todo tipo de dibujos. Formada en el mundo pictórico desde temprana edad, descubre la fuerza del óleo cuando conoce al pintor Vicente Gutiérrez Tascón y se decide entonces por dicha técnica para que la acompañe el resto de su vida. Después, de vez en cuando y con el tiempo de por medio, ha ido incursionando en otras formas de expresión (acrílico, acuarela, tinta...) como la colección de acrílicos en la que trabaja actualmente para «a través de la belleza protestar contra lo que le estamos haciendo al planeta». Partiendo del dibujo y las diversas técnicas pictóricas reconoce también en su vida la constante artística de la vidriera, tal vez influenciada por haber nacido y vivido gran parte de su vida a los pies de la ‘Pulchra Leonina’, y así no solo la practica sino que también forma parte de las enseñanzas que transmite a su alumnado. Dice haber bebido inicialmente de las fuentes de René Magritte y Salvador Dalí, siendo ese surrealismo onírico que les caracteriza lo que la atraía más que nada, una inspiración que poco a poco ha ido sustituyendo por elementos del día a día: una noticia en los medios, una escapada a la playa o la montaña, una conversación entre amigos,…, que son para ella motivo suficiente para dar pie a una nueva idea artística. Después según lo que ésta le transmita Marga escogerá el estilo adecuado para plasmarla, realismo o abstracción, y la técnica con la que darle forma será elegida tras visualizar la obra una vez terminada. Con una vida totalmente entregada al mundo pictórico, reconoce lo difícil que es para ella compaginar el trabajo con la divulgación de su obra, pues ambas facetas llevan mucho tiempo. Y es que si la creación le alimenta el alma inevitablemente las clases alimentan el cuerpo, máxime hoy en día en que se hace difícil salir adelante solamente con la venta de tu propia obra, una obra que en este momento se encuentra en una faceta de «madurez» en la que sin embargo sigue sorprendiéndose cada día con una imaginación más rápida que sus manos que la llevan a llenar su estudio de obra inconclusa para dar paso a la siguiente.Su pensamiento sobre el mundo del arte, sobre la relación de éste con la sociedad que lo demanda y que lo acoge, también en relación con las mujeres artistas, la lleva a reconocer que, aunque aún queda mucho por hacer, se han dado pasos importantes, como poder encontrar referencias en los libros de obras realizadas por mujeres que hasta hace poco no existían y que permite que podamos ya contar con referentes tanto masculinos como femeninos, y no solo en el mundo del arte. Plantea también la profunda simbiosis que debe haber entre quienes crean arte y quienes lo disfrutan, dos aspectos que no deberían ser ajenos el uno al otro, pues el artista no crea solo para sí sino que «pretende hacer partícipe al resto del mundo de lo que siente» a través de cada una de sus obras. Considera que en esta ciudad, en esta provincia, se hace muy poco por el arte y que se necesita mucho tiempo y energía para poder acceder a una sala donde mostrar tu obra; una presencia que tal vez se podría potenciar con una mayor divulgación y algún tipo de ayuda a la hora de exponer. Y en cuanto a la visibilidad de unas frente a otros no deja de reconocer que parte del problema de la desigualdad que aún existe en este campo está en que quienes manejan las cuotas de poder son fundamentalmente hombres.

Protagonista de muy diversas exposiciones individuales y colectivas, asegura que todas le han traído aportaciones y destaca entre todas el último proyecto en el que participa, sobre Concha Espina, que le ha permitido el doble placer de participar en el reconocimiento de una mujer olvidada y relegada en el tiempo y el de caminar junto a numerosas compañeras para ver como la pluma y el pincel pueden unirse en un mismo proyecto para construir algo muy hermoso con el trabajo de mujeres muy dispares en su forma de expresión. Y es que Marga Morán Modino es una mujer que siente el arte como parte de su vida, presente de una u otra forma en cada una de sus vivencias, acompañándola siempre.
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