29/03/2017
 Actualizado a 10/09/2019
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Hace ya unos años, en 2011, me llamaron de Autismo León para presentar un concierto de música de Semana Santa. Y tú, que ya me vas conociendo un poco, te lo puedes imaginar: era una iniciativa solidaria, se iba a celebrar en el Auditorio Ciudad de León y, además, participaban bandas de primer nivel en el panorama cofrade leonés. ¿Cómo iba a decir que no?

Música al margen –que cumplió sobradamente con las expectativas–, me llamó especialmente la atención la enorme implicación que transmitía todo el equipo de la organización –y eran unos cuantos– ‘capitaneado’ por Ana. Siempre tenían un gesto amable en la cara y una sonrisa en los labios. El trato recibido por parte de aquella gente no lo olvidaré nunca; y el regalo que me entregaron los muchachos –un cuadro del escudo de León–, menos aún. Tenías que haber visto qué caras de satisfacción…

Era la primera vez que tenía contacto con el autismo y quise saber un poco mejor en qué consistía, así que aproveché la invitación que me hizo Autismo León para conocerles más de cerca. Visité sus instalaciones –también el colegio– y, a medida que iba viendo y me iban contando, más mérito me parecía que tenía su labor…

Por lo que he podido entender, el autismo afecta a la capacidad de una persona a la hora de comunicarse y relacionarse con los demás, y debe de estar asociado a conductas repetitivas y a formas muy particulares de hacer las cosas.

El Trastorno del Espectro del Autismo –TEA, que así se conoce– se manifiesta de diferentes maneras y en distintos grados, y concierne –claro está– a toda la familia, con la que, por cierto, también se trabaja. No se sabe con certeza cuántos casos existen, pero se estima que afecta a uno de cada cien niños.

El domingo, 2 de abril, se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, una jornada para que tengamos un poco más presente a este colectivo. Y, de nuevo, Autismo León organiza en torno a esta fecha un concierto solidario de música cofrade. Tendrá lugar el próximo viernes y, a pesar de que no he faltado desde aquel 2011, en esta ocasión me resulta imposible asistir. Aunque, eso sí, ese día veré todo un poco más azul…
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