Arrimar el hombro y consumir ahora para poder brindar después

Miles de hosteleros se han sumado a ‘Adopta un bar’. El propietario del bar San Miguel, en Mansilla Mayor, fue de los primeros de León en hacerlo

C. Centeno
03/05/2020
 Actualizado a 03/05/2020
César Cascallana regenta el bar San Miguel, el Mansilla Mayor, uno de los primeros de León en sumarse. | SAÚL ARÉN
César Cascallana regenta el bar San Miguel, el Mansilla Mayor, uno de los primeros de León en sumarse. | SAÚL ARÉN
La hostelería ha sido uno de los sectores más castigados por la crisis del coronavirus. Desde que a mediados del mes de marzo se decretara el estado de alarma para frenar la pandemia, bares, restaurantes y discotecas mantienen echado el cierre a la espera de una desescalada que, por el momento, está muy lejos de contentarles. Inmersos en expedientes de regulación temporal de empleo, afrontando gastos y sin ningún ingreso –salvo los que han optado por seguir sirviendo comida a domicilio–, se encuentran en una situación especialmente difícil a la que por el momento no ven final.

La iniciativa "es una forma de que nosotros tengamos algún ingreso, pero sobre todo de asegurar la vuelta" Para arrimar el hombro con el sector, han surgido iniciativas como ‘Adopta un bar’, una plataforma nacional que reúne ya a más de un millar de negocios de todo el país, entre los que se encuentran más de una decena de toda la provincia. La idea surgió de un grupo de personas «preocupadas por el futuro de nuestros comercios y amantes de los bares», como ellos mismos se definen. En ‘www.adoptaunbar.com’ los clientes pueden pagar una consumición en su bar de cabecera que permita que los hosteleros tengan algún ingreso para disfrutar de ella después, cuando puedan abrir y se brinde por la vuelta a la normalidad. ‘Arrima el hombro ahora, empina el codo después’ es lema de esta iniciativa solidaria para «gente cañera» que ha tenido una gran acogida, también a través de redes sociales.

César Cascallana, propietario del bar San Miguel en la localidad leonesa de Mansilla Mayor, fue uno de los primeros hosteleros de la provincia en sumarse al proyecto. Lo vio por la televisión y como «me apunto a todo» decidió unirse. Al principio reconoce que lo vio «complicado», pero «es bastante sencillo» y da la posibilidad de ofrecer los productos que cada establecimiento desee y modificarlos después. En su caso ha propuesto varias ofertas que incluyen cervezas o hamburguesas y ya ha recibido algún pedido, asegura. No han sido muy numerosos pero el principal objetivo es garantizar que la clientela vuelva una vez puedan abrir sus puertas. «’Adopta un bar’ es una manera de asegurar que luego nos veremos otra vez», explica, además de ser «una forma de ayudarnos a nosotros ahora». Está teniendo «mucho éxito» y también se promocionan mucho a través de redes sociales, agradece, por lo que vio con buenos ojos la iniciativa desde el principio. Desde la plataforma, los hosteleros reciben el importe de los pedidos a través de una aplicación de pago en línea por la que se lo ingresan directamente en la cuenta facilitada.

La idea es que los clientes paguen las consumiciones en el negocio elegido para ayudar y, a la vuelta, puedan disfrutarlas  La situación está siendo complicada y «parados por completo» desde que comenzó el estado de alarma, no queda más remedio que «aguantar» hasta que toque volver, para lo que César Cascallana asegura que hay «muchas ganas». Eso sí, a las puertas de los meses del año con más actividad, ya augura que será un verano «extraño». El 2020 será así como un año de «transición» con la vista ya puesta en recuperar la normalidad en el próximo ejercicio.

Sobre las medidas propuestas por el Gobierno para la desescalada, este hostelero del medio rural leonés con dos trabajadores cree que habrá que controlar aforos pero rechaza otras propuestas como la instalación de mamparas en los establecimientos. «Yo estoy en contra totalmente, no creo que lo impongan porque además de ser un gasto rompe un poco con lo que entendemos por bar», lamenta concienciado ya de que sí habrá que garantizar las distancias y pensando en cómo «poder jugar» con la terraza. Además, lamenta que la crisis del coronavirus está generando «mucha tristeza» y «hay miedo», por lo que eso también puede repercutir en que la vuelta a la normalidad sea aún más lenta.
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