Aquel día en que León alcanzó el cielo

La tarde del 10 de abril de 1955 no fue una más en León. Algo se movía, vibraba e inquietaba a todos y cada uno de los habitantes de la capital y también a muchos otros que cada fin de semana se desplazaban a ella por un motivo. Y ese no era otro que el fútbol.

La Cultural disputaba la última jornada del grupo primero de la Segunda División en la temporada 54/55 y lo hacía con serias opciones de alzarse con el título y por tanto, lograr el que sería un histórico ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional por vez primera en su historia.

El equipo blanco llegaba a esa última jornada de liga con un punto de ventaja sobre Oviedo y Zaragoza y dos sobre el Real Gijón, germen del actual Sporting. Los leoneses, entrenados por un Galarraga que había subido al equipo la temporada anterior a la categoría de plata desde la Tercera División, estaban obligados a ganar al Avilés en el campo de El Ejido si querían lograr ese ansiado ascenso, por lo que parecía lógico hablar de que aquel partido que se celebraba un domingo de Resurrección era sin duda alguna el más importante de los algo más de 20 años de historia de la Cultural y Deportiva Leonesa.

Más de diez mil personas volvieron a dejar pequeño el campo de El Ejido en el partido del ascenso ante el Avilés Desde primera hora de la tarde, León comenzó a moverse emocionado. El público inició la marcha hacia El Ejido armado con cientos de pancartas y sobre todo mucha ilusión. Las crónicas de la época sitúan en el estadio a entre diezy doce mil personas que hicieron bueno cualquier espacio para hacerse hueco en un campo que, pese a la reciente ampliación, se había quedado pequeño ya durante la temporada y por supuesto en el partido del ascenso.

El rival, un Avilés que se jugaba el descenso y que debía puntar en León si quería mantenerse, algo que se vio desde el inicio del partido.

Con todo a favor, la Cultural se dejó llevar por los nervios ante un equipo que no tenía nada que perder. Aún así se adelantaron los blancos, que vieron como el conjunto asturiano les empataba e incluso se ponía por delante 1-2. Sin embargo, nada podía fallar ese día y alentados por un público entregado, le dieron la vuelta al partido a falta de diez minutos con goles de Miche y Chas, de cabeza.

A partir de ahí, una cuenta atrás para dar rienda suelta a la euforia, que finalmente termina llegando. Los aficionados invadieron el campo, saltaron, se abrazaron, levantaron a hombros a los jugadores, a Galarraga, a un Ponte que se había perdido el partido por lesión y iniciaron una fiesta que se alargó hasta el inicio de la siguiente temporada.

Puedes leer el reportaje completo sobre el ascenso de la Cultural en la edición de papel de hoy de La Nueva Crónica y en Kioskoymás