Alzhéimer León exporta a Valencia su programa de cartas entre escolares y mayores

La asociación leonesa asesorará y colaborará en la puesta en marcha de ‘Tengo algo que contarte’ en la comunidad levantina

L.N.C.
19/04/2018
 Actualizado a 16/09/2019
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La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Valencia (Afav) arranca esta semana su primera edición del programa ‘Tengo algo que contarte’, una iniciativa creada en 2013 por Alzhéimer León en la que ancianos y escolares inician una amistad por carta en la que los más pequeños desconocen la identidad de su nuevo amigo. Lo innovador del proyecto y sus beneficios no sólo en las personas afectadas sino también en la comunidad educativa han hecho que otras asociaciones de enfermos de alzhéimer de España quieran implantar esta línea de trabajo, como es el caso de la asociación valenciana, que contará con la colaboración y el asesoramiento de Alzhéimer León.

Para ello, profesionales de la asociación leonesa han trabajado en los últimos meses en la implantación del proyecto, que hoy echa a andar con su primera sesión en Valencia. Hasta allí se han desplazado miembros del equipo Intergeneracional de Alzheimer León, así como personas afectadas y voluntarios que participan en esta actividad en la capital leonesa. En la provincia, la iniciativa cuenta con la colaboración de los colegios Jesús Maestro y Corredera, Peñacorada, Luis Vives y Lope de Vega, en León capital; y del CEIP Benito León, de Santa María del Páramo. En las distintas ediciones, también han participado personas de Alzheimer León y de la residencia de personas mayores de Armunia.

Un amigo secreto


El programa 'Tengo algo que contarte', que forma parte del programa intergeneracional de Alzhéimer León y cuenta con el apoyo de la Fundación La Caixa, propone que los mayores y los niños relaten en sus misivas cuáles son sus gustos y aficiones, sin desvelar los mayores que realmente les separan décadas y que en sus cartas están recordando cómo fue su infancia. La sorpresa llega en la primera cita a ciegas, cuando los más pequeños reciben en su colegio la visita de sus amigos desconocidos y descubren su verdadera identidad.

A partir de ese momento, se teje una entrañable relación entre generaciones que cumple muchos objetivos: dar a conocer al mayor como figura importante en la sociedad, romper mitos sobre la enfermedad del alzhéimer, fomentar valores de respeto y sensibilizar a la comunidad educativa. Tras ese impactante primer encuentro, niños y mayores se visitan mutuamente de manera frecuente. Los más pequeños acuden al centro de Alzheimer a ver a sus nuevos amigos y los mayores les visitan en el colegio. Entre juego y juego, los escolares conocen cómo es la enfermedad y aprenden que las personas afectadas tienen muchas capacidades y mucho que enseñar.
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