jose-luis-gavilanes-web.jpg

Algo huele a guisado en un jurado

03/07/2022
 Actualizado a 03/07/2022
Guardar
Se lo oí decir en el tanatorio de Eras de Renueva a Victoriano Crémer ante el féretro del admirado Antonio Pereira. En un alto porcentaje de casos, Crémer afirmó que si no estás avalado por enchufe, corporativismo, recomendación, endogamia, poder político o económico es tan difícil conseguir un premio como –y esto lo dice quien suscribe– pescar besugos en el Bernesga, (aunque en las orillas, haberlos, haylos).

Se han fallado los primeros premios del Concejo de la Cultura Leonesa convocados por el ILC de la Diputación, cada uno de ellos lleva emparejado la suma de 5.000 euros y una estatuilla conmemorativa. Se dice que «con el ánimo de distinguir y subrayar el alto nivel creativo que existe en la provincia». Los premios abarcaban cinco modalidades: Artes Plásticas, Música, Letras, Medio Audiovisual y Patrimonio, esto es, dos individuales y tres otorgados a la gestión y acción cultural. Según se ha publicado, se presentaron cerca de 40 candidatos

Digamos que el jurado estaba compuesto por un diputado provincial, una profesora universitaria, una arquitecta, un artista y docente, un periodista y la Coordinadora de la Fundación Cerezales Antonio y Cinia. Desconozco cómo se efectuó la elección del jurado, ni sé si hubo debate, ni el resultado de las votaciones, ni el papel que jugaron cada uno de los miembros en el fallo a los ganadores. Tampoco sé el número de candidatos en la modalidad de Patrimonio. Que todo ello quede en el baúl de los secretos.

Quiero hacer hincapié precisamente sobre el premio al Patrimonio otorgado a la prestigiosa Fundación Cerezales Antonio y Cinia. Antes de entrar en pormenores, vaya por delante mi más sincera felicitación. Pero pienso que muchos lectores creerán que me he equivocado al afirmar que una componente del jurado pertenezca a uno de los aspirantes al premio, pues ello invita a la sospecha de una vía abierta a influencia y parcialidad. Además, para más ‘inri’, ha resultado que tal aspirante ha ganado el premio. Me refiero a la citada Fundación. No, no me he equivocado. Como queda dicho, formaba parte del jurado la Coordinadora General de la Fundación Antonio y Cinia. Eso sí, con la apostilla de que a la hora de asignar el premio sobre el Patrimonio se abstuvo de votar. Entonces, ¿cuál era su papel en el jurado? Dice el diccionario, respecto a un jurado, que lo forman los miembros que constituyen el tribunal que ha de juzgar exámenes, concursos, etc.

Me llama poderosamente la atención que un premio sobre Patrimonio se otorgue a una Fundación dedicada, más que a la defensa y preservación de bienes monumentales, a que sus principales vías de mérito estén encauzadas en exposiciones, producciones culturales y etnoeducación. Por otra parte, sorprende que esa misma Fundación, espléndida en instalaciones propias nacidas de la mano filantrópica de un multimillonario, aunque tenga todo el derecho del mundo, se postule a un premio en metálico. A no ser que sea el poder crematístico el factotum que mejor honra los premios.

Y lo digo a modo de crítica absolutamente personal, insisto, absolutamente personal. En modo alguno como miembro de una asociación candidata al premio. Se me crea o no, me da lo mismo. Porque lo digo con todo el respeto y solo con el deseo de informar y el derecho a opinar, desmintiendo posibles suspicacias a estar impulsado por motivos diferentes. Quien así lo piense se equivoca de lleno.

Como dice un amigo, mal comienzo para premios que se supone de alto prestigio y consideración.
Lo más leído