Agradecen el perdón de la nieta del verdugo de sus abuelos

Antonio León Carrera y Carmen Ballesteros Rodríguez fueron los vecinos asesinados en la noche del 24 de abril del 51

Fulgencio Fernández
03/08/2022
 Actualizado a 03/08/2022
Uno de los asesinados por los hermanos Cañueto, Antonio León Carrera, con su familia. | ARCHIVO S. MACÍAS
Uno de los asesinados por los hermanos Cañueto, Antonio León Carrera, con su familia. | ARCHIVO S. MACÍAS
Acababa la carta de la nieta de los Rodríguez Cañueto pidiendo que "si alguien les conoce" haga llegar a los familiares su carta de perdón. A veces las redes sociales facilitan estas cosas y a través de uno de los múltiples grupos de vecinos de alguna comarca, Cabrera en este caso, ya ha respondido la nieta de una de las asesinadas, Carmina Cortés, desde Verviers: "La mujer que mataron en Santa Eulalia era mi abuela Carmen Ballesteros. Gracias por reconocer públicamente el horror que cometió tu familia". Parecida fue la reacción de una nieta del otro asesinado. "Yo soy nieta de Antonio León y aunque nada va a cambiar el dolor de mi abuela y de sus hijos me parece un buen gesto que desde aquí quiero dar las gracias".

Santiago Macías
, que es quien más ha investigado aquellos hechos, valora como "un impresionante gesto de valentía la carta de la nieta de los Cañueto" y recuerda que José Rodríguez Cañueto, natural de Santa Eulalia, hizo creer a todos los vecinos "que estaba siendo víctima de la policía, se había escapado al monte y la Guardia Civil registraba su casavarias veces por semana" en lo que era un montado orquestado por la Guardia Civil para infiltrarse en el grupo de Girón prometiendo impunidad. "La operación conllevaba la impunidad en todo lo que fuera necesario para infiltrarse en el último grupo de la resistencia leonesa, incluyendo algunos asesinatos, como los perpetrados en la aldea de Santa Eulalia de Cabrera, el 24 de abril de 1951, contra los vecinos Antonio León Carrera y Carmen Ballesteros Rodríguez. En aquel caso, la connivencia de las autoridades franquistas fue tan evidente que aquellos crímenes jamás fueron investigados".

Santiago Macías: "Unas palabras como las de esta carta no van a cambiar el pasado pero sí honran a quien las ha escrito"Explica Macías que está "probado, tanto documental como testimonialmente, la identidad de sus autores materiales: Unofue un vecino del propio pueblo llamado José Rodríguez Cañueto; fue él quien, una semana más tarde y ya infiltrado en el grupo de Manuel Girón, acabaría con la vida de éste, su hermano Benjamín lo fue de forma intelectual". Para concluir sobre la carta: "Son unas palabras que no van a cambiar el pasado, pero honran a quien las ha escrito".
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