Nuevamente un buen número de vecinos —y más teniendo en cuenta la escasa población de la comarca— afectados por la planta de lodos que quiere instalarse en Piedralba, convocados desde la Junta Vecinal de este pueblo y diversos colectivos, se concentraron en la Plaza Mayor de Astorga, donde se leyó un manifiesto que deja muy clara la situación: "Es imperativo comprender que este no es el momento de buscar culpables, sino de encontrar soluciones conjuntas. Nos encontramos ante una situación que requiere acción, no acusaciones", explicaron ante una ‘amenaza’ que sigue su camino y no quieren los afectados, señalaba Amor Couso, presidenta de Piedralba, quien recordó que "llegué a la pedanía de Piedralba con este proyecto de planta de lodos ya en marcha, pero el pueblo, nuestra comunidad, estaba en la oscuridad más absoluta. ¿Dónde estaba la voz de la antigua presidenta cuando se cocía este plan? ¿Y los alcaldes, que ahora alegan desconocimiento, no ser competentes en otro ayuntamiento y alguno que lo sabía…con decir que me informó a mi, cree que ya es suficiente".
Piedralba está en el término municipal de Santiago Millas, y también a tan solo dos kilómetros de Astorga, que se vería asimismo afectado, "especialmente su turismo". Pero iba más allá Couso en sus preguntas: "Solo pensamos en los alcaldes de los tres municipios más cercanos, pero ¿y los concejales? No entiendo ni a unos ni a otros. De verdad ¿solo los ciudadanos vemos el peligro que nos viene encima? ¿Han vendido su lealtad a cambio de un cargo, olvidando las necesidades de la comunidad que les vio nacer? ¿En qué se están o se han convertido?".
Se mostró convencida y contundente Couso cuando afirmó que "no voy a permitir que este proyecto, que carece de cualquier justificación válida, se imponga sobre nosotros, que no es de interés general, pues la ciudadanía está en contra, y tampoco es de bien público pues pone en peligro todo lo que amamos: la vida, la salud, el aire, la tierra...".
Denunció el silencio de los tres ayuntamientos que nombra el proyecto, habla por si mismo: "El que calla, otorga; pero, insisto, no es tiempo de culpables sino de soluciones".
Además de poner sobre la mesa la punta del iceberg" que son los datos que ya se conocen pero habló de ‘las intenciones’ futuras. "Es muy sencillo, lo que hasta ahora han solicitado, tal y como lo han hecho, está muy calculado. Las 16.000 toneladas y los 8.638 metros cuadrados no necesita más que un informe de impacto ambiental simplificado. Más superficie, más toneladas, obligarían un estudio mas exhaustivo un informe ordinario. Después se inicia el proyecto, se instala la planta y dentro de unos años se solicita ampliación de la planta y pasado mas años, se ampliará más, hasta los 40.000 metros cuadrados...".
También desveló que "sabemos que hay dos empresas solicitando permisos para una planta de biogás" y de macrogranjas "que se instalarán cerca". Añadiendo el dudoso historial de las empresas que optan a la planta. "Aquí comienza a oler mal y no precisamente a lodos".