Maña, fuerza, devoción, orgullo… y un ojo mirando al cielo para comprobar que las nubes se iban imponiendo a los claros, aunque no conseguían aguar la fiesta. Así han subido este sábado los romeros por la tendida cuesta que llega hasta La Virgen del Camino. Al son de dulzainas, panderos y tambores, con el traje regional, el tocado de fiesta y el lazo en el sombrero, más de 60.000 personas cumplen con la tradición y participan en la romería de San Froilán en la que es sin duda una de las fechas más leonesas del calendario.
Más de medio centenar de carros engalanados, la mitad aún con los tiros bien entrenados después de su presencia el pasado fin de semana en León capital, han vuelto a ser el centro de todas las miradas con su interior repleto de tesoros de nuestros pueblos que pueden parecer humildes pero que son herencia de la riqueza de otros tiempos. Hervidores, morteros, cerandas, candiles, azadas, artesas, eminas, yugos o cornales han adornado un desfile escoltado por 320 pendones de 184 localidades y en el que no han faltado las tarteras de la parva, que a media mañana han quedado vacías.
Algo más duran los enigmáticos 'perdones', esas avellanas que se venden por toneladas alrededor de la Basílica de La Virgen del Camino como si de alguna manera sirviesen a los romeros para pedir disculpas por tocarle tres veces las narices a la imagen de San Froilán que se encuentra en uno de sus laterales.
Y al mismo tiempo, los carros, tirados por vacas, bueyes, burros o caballos, y los pendones, con sus telas de damasco haciendo malabares, se han ido colocando en la explanada aneja al templo para dar colorido y vistosidad a una misa oficiada por el obispo de León, Luis Ángel de las Heras, y a la que han asistido numerosas autoridades, aunque con especial protagonismo de los representantes municipales de León, Valverde de la Virgen y los ayuntamientos del Voto, Valdefresno y Villaturiel.
Ha sido el alcalde de la capital, José Antonio Diez, el encargado de hacer la ofrenda de dos cirios y un ramo de flores durante una ceremonia a la que no han faltado el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, el presidente de la Diputación, Gerardo Álvarez Courel, el subdelegado del Gobierno, Héctor Alaiz, y el delegado de la Junta, Eduardo Diego.
Del mismo modo, acabada la misa, las autoridades le han colocado la tradicional cuelga a la imagen de San Froilán que se encuentra en el interior de la Basílica y han besado o reverenciado el manto de la Virgen del Camino antes de sumarse a la parte más popular de la romería, la del pulpo, el chorizo y la morcilla, la de los puestos con una variopinta oferta de productos y música de verbena de fondo, la que se convierte cada año el complemento ideal de la devoción por San Froilán, que sigue protegiendo a sus romeros pese a que casa año le importunen sacándole brillo a su nariz.