No estaban en Jerez, sino en Villavante, pero los campaneros echaron a volar sus campanas, tal y como reza el mítico pasodoble que ha interpretado como nadie Perlita de Huelva.
La localidad –perteneciente al municipio de Santa Marina del Rey– celebró este domingo una nueva edición de su Encuentro de Campaneros. Era la trigésima séptima, puesto que se lleva celebrando de manera ininterrumpida desde 1986, aunque en los dos años marcados por la pandemia tuvo que reducir notablemente su formato.
Ya en la pasada edición se pudo recobrar la normalidad y decenas de campaneros de distintas procedencias se citaron en torno a la torre de la iglesia de Villavante para recrear los distintos toques (fiesta, concejo, nube o muerte, entre otros). Y lo mismo ocurrió este domingo, aunque la cita tuvo esta vez un marcado sabor agridulce.
Por una parte, era la primera edición desde que el pasado mes de noviembre la Unesco declarase el toque manual de campanas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. España cuenta en la actualidad con más de 30 modos diferentes de toque manual de campanas que configuran un lenguaje sonoro que se ha mantenido a lo largo de los siglos como un medio de comunicación comunitario.
Los toques de campana, con un amplio repertorio de formas y técnicas, han regulado multitud de aspectos de la vida festiva, ritual, laboral y cotidiana en el ámbito civil y religioso en España. Por eso, su protección sirve para poner en valor y asegurar la continuidad de esta tradición compartida entre los diversos pueblos de España.
Y a ese objetivo contribuye de manera notable desde el año 1986 la Escuela de Campaneros de Villavante, que con iniciativas como el encuentro nacional que se celebra cada año, en el que participan tanto veteranos con muchas décadas de experiencia en el repique como benjamines que quieren aprender para que no se pierda esta práctica ancestral.
La Escuela de Campaneros de la localidad es «pionera en Castilla y León» y por eso ha participado activamente en la programación de diferentes actividades para la celebración de la declaración del toque manual como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Entre estas actividades, destacó un toque común de campanas en el que participaron numerosos campanarios de todo el país, entre los que se encontraba el de Villavante.
Además, con el objetivo fundamental de potenciar la iniciativa surgida para obtener la declaración por parte de la Unesco, Jorge de Juan Fernández, uno de los integrantes de la Escuela de Campaneros, publicó en 2021 un CD, libreto y documental titulados ‘Campanas en el Reino de León’, que suponen «un testimonio gráfico de este viejo arte y queden recogidas las diversas señales del tañido de las campanas para conocimiento de futuras generaciones».
Sin embargo, la celebración no pudo ser completa, ya que se trataba también de la primera edición del encuentro en la que no estaba presente Santiago Calderón, que era el ‘campanero mayor’ de Villavante y que había fallecido a los 99 años de edad poco tiempo antes de que el toque manual obtuviese el reconocimiento de la Unesco.
El Encuentro de Campaneros, que obtuvo en el año 2013 la consideración de Manifestación Turística de Interés Cultural por parte de la Diputación de León y que ha estrechado lazos de hermanamiento con una asociación homóloga en Aretxabaleta (Guipúzcoa), comenzó a las seis de la tarde con la recreación de los diferentes toques por parte de los participantes. Posteriormente, hubo una actuación de bailes regionales a cargo de ‘Surcos del Órbigo’, entrega de recuerdos a los campaneros, cena de patatas con carne, sorteo de una cesta y baile final con Janice Vidal.