La inestabilidad climática, con lluvias intermitentes durante toda la jornada, impidió que la tradicional procesión que recorre las calles de esta localidad, pudiera desfilar con tranquilidad este domingo, y esto provocó que se acortara el recorrido. Sin embargo, el tiempo no fue impedimento para las decenas de devotos, que con agua y todo procesionaron junto con la cruz y el palio. Tampoco lo fue para los niños de comunión, que centraron las miradas de todos los presentes.
A la cabeza de la procesión, los miembros de la Cofradía del Santísimo Sacramento. Una hermandad cuyos comicios datan de 1716, si bien los libros que se conservan señalando su referencia son de un siglo después.
Esta cofradía conserva la tradición más arraigada de la localidad ribereña, puesto que a día de hoy mantiene a casi 200 cofrades que abarcan desde los 45 hasta los 89 años. «A los jóvenes es difícil convencerles para que participen», señala el secretario de la hermandad, Alberto Pérez, que, no obstante, pone en valor el arraigo tradicional y la devoción que aún conserva Villamor de Órbigo. Algo que fue palpable, ya que fue una multitud de personas las que asistieron tanto a la misa como a la consiguiente procesión, luciendo sus mejores galas.
Y así, pese a las inclemencias, la Cofradía del Santísimo Sacramento de Villamor salvaguardó un año más la tradición y la devoción del Corpus Christi que ha venido conservando desde hace siglos, aglutinando a un gran número de fieles y amantes de las viejas costumbres de este pueblo leonés.
Costumbre y arraigo ancestral
La Cofradía del Santísimo Sacramento mantiene algunas de las costumbres y tradiciones desde su fundación hace ya 300 años. Esta hermandad está compuesta por hombres y mujeres en estado de viudedad, soltería o matrimonio. Eso sí, en el último caso, según explicó el secretario de la hermandad, tienen que participar ambos cónyuges, no sólo uno. Pese a que la cofradía no cuenta con un traje identificativo, ni para cuando sale en Semana Santa ni para el Corpus, antiguamente, relata Pérez, sí estaban obligados a llevar capa, con la consiguiente penalización o multa en el caso de que no la llevaran. Actualmente suelen salir en traje. Esta hermandad conserva también la tradición de velar. Lo hacen los terceros de cada mes y durante la Semana de Pasión, el Jueves y el Viernes Santo.