Los veterinarios volverán a tomar las calles. Este domingo 8 de junio, León acogerá una manifestación convocada por veterinarios y abierta a la ciudadanía, con la que se pretende denunciar los efectos del Real Decreto 666/2023, que regula el uso, prescripción y dispensación de medicamentos veterinarios. La protesta arrancará a las 11:00 horas desde la Plaza de San Marcos y finalizará en el Jardín de San Francisco, con parada intermedia en la rotonda de Guzmán el Bueno, donde se lanzarán proclamas y se leerá un manifiesto conjunto.
La movilización, que se celebrará simultáneamente en más de 30 ciudades del país, cuenta con el respaldo unánime del sector. Colegios profesionales, facultades, asociaciones científicas, sindicatos, clínicas, estudiantes y organizaciones empresariales se han unido en bloque para exigir la derogación inmediata del decreto, al que consideran una amenaza directa para la salud animal y pública.
“El Ministerio de Agricultura no está entendiendo la magnitud del problema que han generado”, advirtió el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de León, Luciano Díez, durante la presentación de la manifestación. Según explicó, la normativa impide a los veterinarios aplicar su criterio clínico, obliga a seguir fichas técnicas desactualizadas y multiplica la burocracia hasta niveles “inasumibles”.
A su lado, Blanca Blanco, presidenta de CEVE León, fue tajante: “Nos han quitado el derecho a prescribir como sanitarios. Lo digo con claridad: hoy por hoy estamos obligados a incumplir la ley para no matar a los animales”. Blanco denunció que la normativa prohíbe el uso de medicamentos off-label —fuera de indicación— aunque existan evidencias científicas, y que fuerza a las clínicas a recetar dosis o formatos incompatibles con las necesidades reales de cada paciente.
“El decreto pretende frenar las resistencias antimicrobianas, pero lo que está haciendo es lo contrario. Obliga, por ejemplo, a prescribir cien comprimidos cuando solo se necesitan seis. Eso solo genera sobrantes, fomenta la automedicación y pone en riesgo a otros animales y al medio ambiente”, explicó. Según afirmó, los propietarios aún no están sintiendo los efectos de esta ley “porque somos las clínicas las que la estamos amortiguando a costa de nuestra salud, nuestra economía y nuestra legalidad”.

Desde la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios, su presidente, Manuel Martínez, recordó que la batalla del sector viene de lejos: “Llevamos movilizándonos desde el 2 de enero, cuando entró en vigor esta normativa. Hemos salido cada semana a la calle y el domingo lo haremos de nuevo, frente a la estatua de San Francisco de Asís, patrón de los veterinarios, para exigir que se respete nuestra profesión y nuestra función sanitaria”.
Martínez explicó que el recorrido partirá de San Marcos y discurrirá por la Condesa de Sagasta hasta la plaza de Guzmán el Bueno, donde se hará una parada de quince minutos para reclamar diálogo con el Ministerio. La marcha concluirá con la lectura del manifiesto nacional en el Jardín de San Francisco, en un acto que unificará la protesta en todo el país.
Desde el ámbito académico, la decana de la Facultad de Veterinaria de León, María Teresa Carbajo, lamentó que el decreto “evidencia el desconocimiento absoluto del legislador sobre nuestra profesión”. Carbajo recordó que los estudios de veterinaria en España tienen una duración de cinco años, forman parte del ámbito de Ciencias de la Salud y cuentan con un nivel MECES 3, equivalente a máster. “Estamos formados para tomar decisiones clínicas con base científica. Limitar nuestra capacidad para prescribir y dispensar medicamentos es debilitarnos como barrera de protección sanitaria”, afirmó.
La decana defendió que los veterinarios son una pieza clave en la estrategia “Una sola salud”, que vincula la salud humana, animal y ambiental. “No se trata solo de animales de compañía. Esta normativa también pone en riesgo a los animales de producción y a toda la cadena alimentaria”, añadió.
Desde el ámbito estudiantil, el presidente del Consejo Nacional de Estudiantes de Veterinaria, David González, subrayó que los futuros veterinarios ya se ven amenazados por un marco legal que desprecia su formación. “Estamos formados rigurosamente en farmacología y farmacoterapia. Esta cascada de prescripción incoherente nos impediría aplicar los conocimientos adquiridos”, advirtió.
González recordó que la protesta está respaldada por todos los órganos representativos de la profesión, incluidos los estudiantes: “No puede faltar nuestra voz en este movimiento. Somos los profesionales del mañana y nos estamos jugando poder ejercer con dignidad y responsabilidad”.
Los organizadores insisten en que esta lucha no es solo por los veterinarios. “Más del 50% de los hogares españoles convive con un animal. Esta normativa retrasa diagnósticos, encarece tratamientos y pone barreras al acceso a los medicamentos. Nos afecta a todos”, concluyó Manuel Martínez.
Por eso, el llamamiento del colectivo es amplio: veterinarios, familias, tutores de animales, ganaderos y ciudadanía en general están convocados a unirse a esta protesta.