El Consejo de Colegios Profesionales Veterinarios de Castilla y León ha mostrado su respaldo a la propuesta de ampliar de cinco a seis años la duración del Grado en Veterinaria. La iniciativa, impulsada por la Conferencia de Decanos y Decanas de las Facultades de Veterinaria de España y actualmente en estudio por parte de los rectores universitarios, supondría pasar de los 300 actuales a 360 créditos ECTS, en línea con la normativa europea.
“Apoyamos firmemente la ampliación del Grado a seis años, ya que permitirá garantizar la competencia profesional desde el primer día de ejercicio, equiparar nuestra titulación a los estándares europeos y asegurar una formación de calidad para los veterinarios del futuro”, han señalado desde el Consejo autonómico.
La propuesta también cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Estudiantes de Veterinaria (CONEVET) y busca impulsar la modificación de la Orden ECI/333/2008, que regula los requisitos de verificación del título, con el objetivo de adaptarla a la Directiva Delegada (UE) 2025/1223, que actualiza los criterios de formación veterinaria en Europa.
Desde el Consejo se destaca que, si bien la formación actual es de gran calidad, presenta “importantes limitaciones prácticas derivadas de la sobrecarga docente y del escaso margen temporal disponible para desarrollar, en condiciones óptimas, las competencias en medicina, sanidad y producción animal y salud pública”.
La experiencia acumulada en el ejercicio profesional y en la colaboración con estudiantes en prácticas ha evidenciado —según remarcan— la necesidad de una formación “más extensa y profunda”, centrada especialmente en actividades prácticas en hospitales clínicos veterinarios, granjas y centros de inspección oficial.
Además, recuerdan que España es uno de los pocos países de Europa, junto con Grecia e Italia, que aún mantiene una duración de 300 créditos ECTS en los estudios de Veterinaria, frente a los 330 y 360 que son habituales en la mayoría del entorno europeo. Esta situación sitúa al título español en una posición de desventaja comparativa, especialmente en el ámbito internacional.
La ampliación propuesta podría suponer un cierto coste adicional para las universidades y los estudiantes, pero desde el Consejo consideran que sería asumible, ya que “la duración media efectiva para finalizar el Grado se acerca actualmente a los seis años”. Regularizar esta realidad mediante una planificación académica equilibrada “permitiría reducir el número de segundas o terceras matrículas, mejorar el rendimiento académico y fortalecer la formación práctica”.
Por último, subrayan que la profesión veterinaria exige hoy una preparación “cada vez más completa y transversal”, en campos como el enfoque One Health, el bienestar animal, la farmacovigilancia o la bioseguridad. “No basta con una buena base científica y técnica; es necesario dotar al estudiantado del tiempo y los medios suficientes para adquirir las habilidades prácticas que demanda el ejercicio profesional en la actualidad”, concluyen.