Vecinos de La Borreca amenazan con encerrarse en el despacho de Muñoz

Reprochan al Ayuntamiento el "abandono" del barrio del Puente Boeza y reclaman el uso para sus socios del local público

Diana Martínez
02/12/2016
 Actualizado a 09/09/2019
El grupo de vecinos reunidos en la plaza de Puente Boeza. | D.M.
El grupo de vecinos reunidos en la plaza de Puente Boeza. | D.M.

La Asociación de Vecinos Borreca Baja del barrio ponferradino del Puente Boeza quieren reclamar más atención para su entorno y para ello anuncian medidas de presión si sigue sin ser atendidos por el equipo de gobierno municipal que dirige Gloria Merayo.
Han apuntado, incluso que están dispuestos a encerrarse en el despacho del concejal de Participación Ciudadana y Vecinal, Pedro Muñoz y acudir a los plenos del Ayuntamiento para dejar patentes sus protestas.

Reprochan al Ayuntamiento el mal estado del barrio, la suciedad, la situación de los parques, pero sobre todo, lamentan que no pueden usar el local público del barrio, habilitado en el antiguo matadero municipal, porque otra asociación vecinal les impide la celebración de actividades.
«Nos están tomando el pelo», relató ante la prensa el presidente del colectivo Ángel Cascallana, «dijeron que iban a tomar medidas y no han hecho nada desde hace dos meses. Hemos intentando un acuerdo para compartir local», sin resultado, dice «muchos de nuestros vecinos jubilados antes tenían donde ir y ahora tienen que estar sentados por los portales».

Y es que ya en el mes de octubre surgió una polémica entre los dos colectivos vecinales del barrio en torno a la cual se produjeron incluso altercados en el local público en pugna, y que acabaron con algún vecino atendido por servicios médicos y con la intervención de la Policía Local.
La asociación también reclama la implicación de los grupos políticos de la oposición en el Ayuntamiento de Ponferrada en la atención del barrio.

La Asociación la Borreca Baja cuenta con cerca de 300 socios y reprochan que el otro colectivo se haya alzado con "la voz del barrio" pese a tener menos socios y que la mayoría de ellos ni siquiera residan en la zona.
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