"Vamos a hacer un edificio en un barrio y un barrio en un edificio"

El arquitecto Óscar Miguel Ares va a diseñar las cien viviendas colaborativas de alquiler para jóvenes cerca de la Universidad

26/10/2023
 Actualizado a 26/10/2023
Imagen virtual del edificio de viviendas colaborativas previsto en la calle Santa María Josefa. | CONTEXTOS DE ARQUITECTURA Y URBANISMO
Imagen virtual del edificio de viviendas colaborativas previsto en la calle Santa María Josefa. | CONTEXTOS DE ARQUITECTURA Y URBANISMO

Se cumple un año desde que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta anunció la promoción de un centenar de viviendas colaborativas destinadas al alquiler social para jóvenes en la ciudad de León, concretamente en una parcela cedida por el Ayuntamiento en la calle Santa María Josefa, junto al futuro Conservatorio Profesional de Música y en las inmediaciones del centro de salud de La Palomera y por tanto de la entrada al campus de Vegazana.


Y es ahora cuando podemos hacernos una idea de cómo serán esas viviendas de ‘cohousing’, ya que Somacyl acaba de adjudicar el contrato de redacción de los proyectos, que correrán a cargo de Contextos de Arquitectura y Urbanismo. El máximo responsable de este estudio, el vallisoletano Óscar Miguel Ares, explica en declaraciones a este periódico las claves de un proyecto novedoso, ya que la Junta no contempló legalmente la vivienda colaborativa hasta julio del pasado año. «Vamos a hacer un edificio en un barrio y un barrio en un edificio en el que lo más importante es la colectividad. Si son viviendas para jóvenes, lo que pretendemos es que tengan muchos espacios comunes, que existan zonas de calles, plazas y jardines, de coworking. Se trata de que la vivienda privada sea tan importante como los espacios intersitiales o los espacios que quedan entre la vivienda y la calle, es decir, el espacio el espacio de la comunidad. De esta forma, los inquilinos no sólo van a poder relacionarse con la gente del propio edificio, sino también con la del barrio», explica el arquitecto que redactará los proyectos básico y de ejecución y que se encargará además de la dirección de obra.

JAM.images ContextosDeArquitectura ViviendasLeon Alzado Final


Además de esos espacios comunes y de ese espacio de coworking, el proyecto incluirá también aparcamiento para bicicletas, una lavandería común, zonas de ocio y entretenimiento –tanto a pie de calle como en la cubierta del edificio– y otros aspectos que aún deberán determinarse en coordinación con Somacyl (cabe recordar que hay proyectos colaborativos en los que los vecinos comparten servicios como la jardinería o incluso el cuidado de los niños).


En cuanto a las viviendas propiamente dichas, Ares explica que son todas de dos dormitorios y dos baños y que la normativa limita su superficie útil a 60 metros cuadrados sin incluir la terraza. «Tienen además una zona común de salón y de cocina, aunque la vivienda constituye un espacio abierto, y dinámico. Los dormitorios pueden ser utilizados como tal o también como espacio de trabajo, ya que se comunican con el salón y esto permite una gran flexibilidad a fin de que la vivienda parezca más grande o más pequeño en un momento dado», detalla el arquitecto vallisoletano.

/uploads/s1/21/10/28/7/jam-images-contextosdearquitectura-viviendasleon-patio-final.jpeg
 


Las viviendas se completan con una terraza cuya superficie oscila entre seis y diez metros cuadrados, mientras que en el caso concreto de las ubicadas en la planta baja dispondrán de jardín propio.


Ares destaca finalmente que será un edificio que tendrá en cuenta los factores climáticos y de sostenibilidad (con la espalda al norte y galerías al sureste para recoger calor en invierno y refrigerar en verano). «No queremos que sea una edificación como tantas otras que están cerradas herméticamente. Este edificio juega con las escalas y con distintas alturas. La normativa exigía un seis alturas. Frente a hacer un edificio pared, hemos apostado por disolverlo como si fueran varios más pequeños, de manera que podamos de alguna manera tener diferentes escalas que permitan un espacio más humanizable en el que no nos encontremos con una torre o un bloque lineal de seis alturas con el que incidiríamos en modelos que no se deberían de volver a repetir», concluye Ares en relación a un inmueble para el que los pliegos de la redacción de los proyectos prevén una inversión máxima de 7.873.574.09 euros y un plazo de finalización de 25 meses.

Archivado en
Lo más leído