Entre las pocas novedades que la rutinaria vida diaria de la centenaria Maximina ofrece, en su casa de La Urz, hay una que te cuenta con verdadera ilusión: Han arreglado el Teleclub o las escuelas....
Y es que este pequeño pueblo omañés del municipio de Riello, con la Junta Vecinal y algunos vecinos albañiles al frente, es de los que ha apostado por acogerse a las ayudas de uno de esos planes provinciales de recuperación de edificios públicos y las remozadas paredes de lo que hoy es casa del pueblo y fueron antiguas escuelas luce un cartel muy conocido, cargado de tanto simbolismo como recuerdos: Tele Club. «Hasta su llegada las reuniones eran en las casas, el lilandero que le decíamos, pero con el Tele Club la gente empezó a ir allí, como muchos tenían televisión». Fue aquella iniciativa de los sesenta que llegó a tantos pueblos y que muchos recuerdan haber estrenado viendo la llegada del hombre a la luna.
En este recuperado edificio de La Urz el inicio de la conversación parece asegurado pues en él se guardan ahora buena parte de los materiales didácticos utilizados en las viejas escuelas de nuestros pueblos. No falta la mesa del maestro con el globo terráqueo que los fotógrafos que acudían pueblo por pueblo a retratar a los niños de la escuela colocaban al lado del niño o la niña para esas históricas fotos para el recuerdo que hay en tantas casas; los famosos mapas geográfico y político; o las figuras geométricas de madera con la que los maestros enseñaban a los chavales todas las características de los cubos, rombos, pirámides o hexágonos... Todoas aparecieron en las antiguas escuela en un más que aceptable estado de conservación.
En definitiva, que además de un espacio público, un punto de reunión, un lugar para la convivencia hay un rincón para la nostalgia.