Unión del Pueblo Leonés (UPL) ha reclamado a la Junta de Castilla y León que actúe de inmediato para evitar que las cenizas de los incendios forestales de las últimas semanas lleguen a ríos, arroyos y embalses de la Comunidad, provocando graves problemas de contaminación y abastecimiento.
El procurador berciano de UPL, José Ramón García, advirtió en el pleno de las Cortes de Castilla y León que, de no intervenir, al desastre de los incendios se sumará el “caos del agua”, algo que “no vamos a permitir”. “Todos sabemos lo que ocurre tras una situación así, el suelo queda desnudo, la ceniza se acumula y con la primera lluvia lo arrastra la escorrentía”, explicó.
García recordó que en la Región Leonesa las zonas afectadas superan las 165.000 hectáreas, lo que incrementa el riesgo de contaminación de cauces. En este sentido, acusó al Ejecutivo autonómico de “inacción, improvisación y propaganda” frente a una situación que requiere medidas inmediatas. “No vemos fajinas, ni barreras de contención ni planificación, solo humo y no precisamente del incendio”, reprochó.
El procurador leonesista advirtió que, de no tomarse medidas, “las cenizas van a envenenar ríos enteros, arruinar cosechas y condenar a los pueblos afectados”. Además, recordó que el agua de estos cauces no solo abastece al regadío y la ganadería, sino que llega directamente a los hogares, especialmente en el medio rural.
García interpeló al consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, para que aclare qué planes existen para los montes arrasados y los ríos que riegan los valles de León, Zamora y Salamanca, así como de otras provincias afectadas como Palencia o Ávila. Según señaló, cada día que pasa sin actuar “será responsabilidad directa por su dejadez, falta de respeto y abandono”.
El representante de UPL también subrayó el impacto ambiental sobre enclaves de gran valor como Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad, o distintas Reservas de la Biosfera y Parques Naturales. “Quedará en su conciencia lo que sufrirán nuestros ríos si no se actúa con rapidez: la contaminación, la muerte de su hábitat y la falta de agua potable, especialmente para las zonas rurales, las más olvidadas y castigadas de por sí”, concluyó.