Y así, poco a poco, la proporción de personas en edad de trabajar –que tampoco quiere decir que estén empleadas– se ha visto igualada por la de menores de 16 años y, sobre todo, mayores de 65, lo que en demografía se conoce como población dependiente.
Esta población dependiente, expresada en forma de tasa, es en León del 56,8%, más de la mitad, más de uno de cada dos. Así se recoge en los datos del Consejo General del Poder Judicial que desglosan la situación por partidos judiciales mostrando una realidad mucho más cruda en este sentido en el sur de la provincia, con tasas de dependencia –según la definición ya explicada– que superan el 70%.
Los datos más optimistas dentro de la decadencia de la provincia leonesa se registran en las grandes ciudades y su entornoDe acuerdo a esta estadística, que toma como referencia los 484.694 habitantes que contaba la provincia en el año 2014 (el año pasado eran todavía 7.000 y pico moradores menos), la provincia acoge a una media de 31 habitantes por kilómetro cuadrado. El mayor vacío poblacional lo padecen en las comarcas de Sahagún y de Cistierna, en este último caso hay que tener en cuenta que la orografía hace más complejo en algunos puntos los asentamientos. Aun así, en ambos casos la densidad de población se reduce a unos escasos seis habitantes por kilómetro cuadrado.
Las comarcas de Villablino y Astorga tampoco presenta un panorama muy boyante, con menos de 13 y 16 vecinos respectivamente por cada cien hectáreas (por utilizar el símil de siempre, el área equivalente a cien campos de fútbol).
Algo más poblada se presenta la zona de La Bañeza con 23 habitantes por kilómetro cuadrado, aunque es también donde, junto a la comarca de Sahagún, mayor tasa de dependencia hay.
Los datos más optimistas dentro de la decadencia de la provincia leonesa se registran en las grandes ciudades y su entorno, es decir, en los partidos judiciales de León y Ponferrada. Es en estos dos territorios donde parece más igualada la población en edad de trabajar y la que se encuentra por encima o por debajo de esos límites. Y es también donde hay más ‘vida’ por kilómetro cuadrado con 52 y 53 habitantes respectivamente.
Dependencia ‘sénior’
El panorama es desalentador, más de la mitad de la población está en una edad económicamente dependiente, pero es que además, y vista la pirámide poblacional de León, más por encima que por debajo, es decir, por tener más de 65 años y no menos de 16. Nacen muchos menos leoneses de los que fallecen, por lo que la tendencia no ofrece mayor misterio, cada vez hay menos habitantes en la provincia, lo que ademas vienen corroborando las cifras de población en los últimos años, que van en caída libre.
Falta relevo generacional que ‘tire’ del territorio, pero para ello hace falta también dónde ocupar a estas personas, empleo que permita a los que crecen asentar su vida en León.
A parte, lograr que además salgan de los grandes núcleos de población y se ocupen los pueblos es otra situación a abordar que pasa también, seguramente, por el trabajo.