«Todo el mundo comete errores, y todo el mundo necesita una segunda oportunidad», como la que tuvo que ella, Mabel, que a día de hoy, fuera ya de prisión, está plenamente reinsertada. Y agradecida a la ayuda recibida a través del programa Reincorpora de la Obra Social La Caixa que en León desarrolla la Fundación Proyecto Joven en colaboración con el Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas y el Centro de Inserción Social Jesús Haddad Blanco. Mabel y Marco son dos de los 212 internos de Villahierro que entre 2011 y 2015 han participado en León en este proyecto que facilita itinerarios de inserción sociolaboral a personas privadas de libertad que cumplen la parte final de su condena. Un programa que cumple cinco años este 2015 y que ha ido viendo mejorar sus resultados ejercicio tras ejercicio. Entre 2011 y 2014, de los 177 participantes, 169 han terminado todo el proceso con 73 inserciones laborales (el 43%) y la implicación de 59 empresas leonesas. Y este 2015, de los 35 participantes, 28 han encontrado un puesto de trabajo, lo que eleva el porcentaje de inserción al 79% antes de que se haya cerrado el periodo.
Ayer, los representantes de las entidades implicadas en este programa, La Caixa, Fundación Proyecto Joven y el centro penitenciario leonés, hacían balance de estos cinco años. Aludía el director de la prisión leonesa, José Manuel Cendón, al artículo 25.2 de la Constitución Española donde, dentro del capítulo de derechos fundamentales, se recoge el deber de reinserción: «Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados [...]». De acuerdo a este objetivo de reinserción trabajan en el programa Reincorpora ya que, como apuntó Cendón, de poco sirve una pena de prisión si cuando salen se encuentran otra vez con lo mismo cayendo en la reincidencia, la cual calificó de problema social, «problema de todos».
El coordinador del programa Reincorpora de la Obra Social La Caixa, Josep Sebastià Oms, señalaba que este programa continúa con los trabajos que hacen los propios centros penitenciarios para «preparar el camino de vuelta a la normalidad» de estos reclusos próximos a cumplir su condena. El objetivo primordial, dice, es trabajar con la persona. Un proceso que dura medio año y, en algunos casos, diez meses si realizan algún curso de formación.
Trabajan con personas comprometidas, «a las que no les vas a solucionar la papeleta», pero a las que tratamos de «mejorar sus capacidades» para ayudar a esa reinserción, que es el objetivo final: la inserción social y laboral de esa persona.
A grandes rasgos, y según las necesidades de cada participante, los itinerarios se dividen en las siguientes fases: posicionamiento ante el empleo; formación y prácticas no laborales; servicios solidarios y búsqueda activa de empleo e inserción laboral.
Una segunda oportunidad para 212 internos del centro penitenciario de León
Desde su puesta en marcha en 2011, el programa Reincorpora, dirigido a personas privadas de libertad que cumplen la parte final de su condena, ha contado con un total de 212 participantes en León
25/11/2015
Actualizado a
12/09/2019

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