Una apuesta firme por el patrimonio natural

La asociación ha señalizado un total de 22 puntos de interés en sus distintas comarcas

L.N.C.
13/09/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Punto de Interés Natural de La Ribera de La Omañuela. | L.N.C.
Punto de Interés Natural de La Ribera de La Omañuela. | L.N.C.
Cuatro Valles es un territorio de contrastes, la alta montaña abrupta y bella de Ubiña y Gistredo, nada tiene que ver con las suaves lomas de relieve redondeado que definen los paisajes de la Cepeda ni tampoco con los densos y abrigados bosques de Laciana en los que se refugian algunas de las especies más emblemáticas de nuestra fauna como son el oso y el urogallo. Los pastizales de Babia sirvieron durante siglos como puertos de verano de los rebaños trashumantes y en Omaña nos encontramos con espléndidos abedulares, brezales y robledales. Gargantas y cañones nos hablan de la acción del agua durante millones de años…. En definitiva un magnífico conjunto digno de ser admirado y que a nadie deja indiferente. En esta línea, desde Cuatro Valles se han señalizado un total de 22 Puntos de Interés Natural (PIN) con una mesa o un panel interpretativo. En la medida de lo posible, estos paneles están instalados en las proximidades del elemento que se interpreta, al objeto de facilitar al visitante el descubrimiento de sus valores. Se ha procurado también que su ubicación sea más o menos accesible para el público en general. Los Puntos de Interés Natural (PIN) son enclaves concretos que han sido seleccionados por resultar representativos de alguno de los recursos naturales que caracterizan las distintas comarcas de Cuatro Valles. La información aportada en estos paneles es sobre todo gráfica, apoyada en textos sencillos. Pretende destacar aquellos aspectos que, circunstancialmente, el visitante no podrá ver por si solo, tales como elementos estacionales, cambiantes o variables, u otros que puedan resultar más difíciles de ver o de comprender.

Podemos destacar entre los 22 PIN señalizados en Cuatro Valles los siguientes: El Puente de las Palomas (entre Babia y Laciana) con una caída de 82 metros, se puede observar un curioso fenómeno geológico: la captura del río Luna por el Sil. El Sabinar de Mirantes de Luna, sobre las rocas calcáreas que bordean el embalse de Luna, las sabinas crecen sin apenas suelo sobre el que anclarse. Su verde intenso contrasta con el gris ceniza de la caliza, generando paisajes de gran belleza. Las Hoces de Vegacervera, se trata de uno de los enclaves naturales más reconocidos de la montaña leonesa central, donde el río Torío atraviesa el macizo calcáreo que separa los pueblos de Vegacervera y Felmín. Sus paisajes resultan sobrecogedores. La Ribera del Tuerto, en Sueros de Cepeda, el abandono de los cultivos, la transformación de éstos y las nuevas plantaciones que ocupan hoy día la mayor parte de la vega del río, han transformado la ribera del Tuerto, que sin embargo sigue conservando una flora y fauna rica y característica de sus frías aguas.
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