Un siglo transcurrido entre leche y mantequilla

En estos tiempos de prisas, nervios e incertidumbres es necesario tomarse un descanso para reflexionar y ver las cosas con perspectiva. Comprobar como en la provincia hay testigos mudos que han visto pasar tiempos mejores y peores y siguen en pie, demostrando que el mundo no se detiene. Es el caso de la lechería ‘La Popular’ en la localidad de Sosas de Laciana que cumple un siglo de vida.

La suya es una historia con solera, y es que se levantó en el año 1920 mediante hacendera, y durante décadas una cooperativa lechera y mantequera muy conocida, dentro y fuera de León, La Popular, operó y funcionó en la primera mitad del siglo veinte y que estuvo activa hasta el año 1968 abastecida de la leche de las brañas de Laciana. Desde La Popular de Sosas se mandaba la mantequilla a Villager y, de aquí, a Madrid. Y es que, según los archivos, la lechería abasteció a las famosas mantequerías leonesas, de gran arraigo en la capital de España.

Tras décadas cerrada, en el año 2014 la Junta Vecinal de Sosas de Laciana restauraba la maquinaria de la lechería con el objetivo de abrir esta ventana al pasado al público, iniciativa en la que colaboró a Diputación de León a través del Instituto Leonés de Cultura. Años antes se había restaurado el inmueble. La Popular es un pequeño habitáculo de piedra, una casita que pese a su tamaño fue todo un centro neurálgico para la localidad lacianiega. Allí se conserva restaurada y puede verse la maquinaria: una turbina y rodezno, que con distintas poleas movían y mueven a distinta velocidad las batidoras, desnatadoras o amasadoras. Además, se incluyen otros elementos de medida como densímetros o básculas.

Un panel informativo a la puerta de lechería ayuda al visitante a hacerse una idea de lo que esta industria supuso para la localidad. El proceso industrial se iniciaba calentando la leche en un cocina de leña, y a partir comenzaba el proceso, pasándola a una desnatadora. La nata extraída pasaba después a una ‘feridera’, reservando el suero. A continuación la malaser estrujaba la manteca para separarla de la mazada. El agua jugaba un importante papel en este proceso, y es que su fuerza ere vital para mover la maquinaria, por ello un pequeño canal se situaba cerca de la lechería. La actividad ganadera en el valle de Laciana dio paso a este tipo de cooperativas y negocios que abastecieron, con sus productos, comercios de todo tipo.

Un siglo después La Popular sigue en pie, demostrando que no ha perdido la importancia que en su momento tuvo para todo un valle. Un complemento tras la visita obligada a La Popular es la ruta de senderismo Los Molinos. Antaño ruta guiada por Cuatro Valles, es un itinerario fácil para conocer un poco más de cerca el Valle de Laciana. Arquitectura rural con elementos como hórreos o lavaderos dan paso a bosques mágicos con arces, olmos o robles. Con salida en Sosas, se trata de una agradable caminata por un bosque mixto que permite descubrir el uso que las gentes del lugar daban a los recursos locales.