Un sector que pelea contra una lenta agonía

La minería celebra el día de su patrona, Santa Bárbara, en un año que ha sido especialmente complicado para el carbón

Rosa Álvarez
04/12/2015
 Actualizado a 01/09/2019
El sector ha vivido meses complicados a la espera de que se apruebe un mecanismo que regule la compra de carbón nacional. | MAURICIO PEÑA
El sector ha vivido meses complicados a la espera de que se apruebe un mecanismo que regule la compra de carbón nacional. | MAURICIO PEÑA
Llega Santa Bárbara cuando está a punto de tocar fin un año en el que el sector minero tiene poco o nada que celebrar. Han sido meses de intensa lucha que, no obstante, no han logrado poner freno a la lenta agonía que vive el carbón y que afecta a los trabajadores que de él dependen y a las cuencas a las que años atrás este mineral daba empleo y riqueza. 2015 ya empezó mal, el Gobierno central acumulaba retrasos en los pagos de las ayudas que las empresas necesitaban para mantenerse en pie. Además, el ejercicio arrancaba también con un real decreto de restricciones por garantía de suministro ya ‘caducado’ y sin visos de que se aprobara uno nuevo. Un documento que daría mucho que hablar durante todo el año y que sería el principal objetivo de las reivindicaciones del sector, que lo consideran vital para el futuro de la minería por ser el que regula las cantidades de carbón que se deben suministrar a las térmicas. Sin él, las empresas estaban «perdidas», adelantaban ya en enero. Sin ventas, no habría actividad.

En los meses siguientes Industria fue ‘soltando’ poco a poco diferentes cantidades de las subvenciones previstas, tarde y sin que llegaran a aliviar a un sector que se ahogaba por la escasez de ventas y pronto esta situación se tornaría en malas noticias para la minería. El 27 de febrero la Hullera Vasco Leonesa anunciaba un preconcurso de acreedores y su intención de poner en marcha un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte) que arrancaría (según lo previsto) a finales de marzo. El motivo: no poder sostener más una mala situación que se remontaba a meses atrás.

En el tercer mes de año empezaron a ‘llover’ las protestas. Los trabajadores aseguraban estar hartos de ser siempre los principales perjudicados y culpaban al Gobierno central de estar jugando con sus puestos de trabajo, olvidando a un sector considerado como estratégico y que reivindicaban como fundamental para la provincia. Querían hacerse oír y se negaban a esperar de brazos cruzados a que las empresas fueran cerrando poco a poco.

Manifestaciones ante las térmicas que no compraban el carbón nacional mientras entraban en sus instalaciones toneladas de mineral de importación; cortes de tráfico; concentraciones ante la sede del PP; ante la Subdelegación del Gobierno y sonoras manifestaciones trataron de convencer de la necesidad de seguir apostando por la minería y de concienciar sobre la difícil situación a la que se enfrentaban sus trabajadores.

Tras varias reuniones a nivel político con resultado desigual y que poco sedujeron a un sector que –según decía– necesitaba algo más que «buenas palabras», llegó una noticia positiva. El 12 de marzo se anunciaba que Gas Natural Fenosa estaba dispuesta a comprar 60.000 toneladas de carbón a la Hullera en los siguientes dos meses. Esto logró frenar temporalmente el ERE que la empresa iba a poner en marcha a finales de ese mes. No obstante, los trabajadores sabían que estaba lejos de ser la solución a sus problemas. «Es un mero parche» –advertían– y acertaron. Por este motivo, aseguraron que mantendrían su calendario de reivindicaciones para evitar que lo que veían como «pan para hoy» se convirtiera en «hambre para mañana».

La lucha estaba lejos de finalizar. Sin una orden que regulara la compra de carbón por parte de las térmicas –anunciada para finales de marzo– el sector seguía ‘perdido’. El hartazgo de los trabajadores motivó nuevas movilizaciones y el vuelco sobre la vía en varias ocasiones de la carga de camiones que transportaban carbón de importación. Además, una de las manifestaciones más numerosas fue la que reunió a finales del tercer mes del año a unas 3.000 personas en las calles de León para defender el mantenimiento del empleo en el sector del carbón y también en la editorial Everest, a la que los mineros unieron su lucha en varias ocasiones.

Finalizó marzo y la orden que debía regular la compra de mineral no llegó. Hubo reunión de la comisión de seguimiento del plan del carbón, pero no soluciones. El 10 de abril la Hullera ponía sobre la mesa un nuevo Erte para toda su plantilla que arrancaría en mayo. Una noticia que no cogía desprevenidos a sus trabajadores. A principios de mayo era Uminsa la que daba a conocer los apuros que estaba pasando, que se concretarían en un ERE a partir de junio que duraría nueve meses y que afectaría a todas sus empresas y a unos 350 trabajadores. Ese mismo mes Alto Bierzo también elevó sus protestas y sus empleados aseguraron estar viviendo una situación extrema, agotados por varios expedientes encadenados ya desde 2010.

Promesas y decepción


Por su parte, si algo caracterizó al mes de mayo fue una serie de promesas y la intensificación de las protestas ligadas a la celebración el día 24 de las elecciones municipales y autonómicas. «Moriremos con las botas puestas» aseguraban los mineros, que protagonizaron concentraciones y hasta encierros en varios ayuntamientos de la provincia, pero llegó la cita con las urnas sin que se lograra ningún avance. El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, mostró su decepción con el Gobierno central y, especialmente, con el ministro de Industria, José Manuel Soria, al que culpó de la pérdida de votos que sufrió el PP por no saber respaldar al sector, no cumplir el plan del carbón firmado en octubre de 2013 y no poner en marcha el mecanismo que regula su consumo.

Sin grandes novedades llegó el mes de septiembre y el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy visitó León con motivo de la llegada del AVE el día 29. Una ocasión que no quiso perder Herrera para reclamarle compromiso con la minería, a lo que el mandatario respondió prometiendo más fondos para las cuencas y un nuevo grupo de trabajo. Este miércoles, 2 de diciembre, las Cortes aprobaban una proposición no de Ley para instar al Gobierno a dar luz verde a una bonificación fiscal para el carbón autóctono conocida como ‘céntimo verde’ y la Junta se sumaba al foro del carbón de sindicatos y patronal con el fin de diseñar un plan de impulso para las cuencas mineras. La lucha sigue, pero avanza muy lenta y 2015 ha pasado sin grandes avances.
Lo más leído