Un grupo inversor opta a la compra de Cel Celis y promete 130 empleos

Un grupo inversor ha presentado una oferta en firme ante el Juzgado de lo Mercantil de León para adquirir los activos de la empresa de fabricación de células fotovoltaicas Cel Celis -actualmente en liquidación-, que está ubicada en el polígono industrial del Bierzo Alto en la localidad de San Román de Bembibre. Fuentes del grupo comprometen la creación de medio centenar de empleos inmediatos en la planta, aunque aseguran que antes de un año se alcanzarán entre 120 y 130 puestos de trabajo.

Esta organización prevé retomar la actividad en la fábrica e iniciar de nuevo la producción de células fotovoltaicas. Y es que, según destacan, las instalaciones de la antigua Cel Celis «están plenamente adaptadas y equipadas». De hecho, explican que el buen estado de conservación de los equipos productivos ha sido una razón de peso para apostar por la adquisición de la planta de Bembibre frente a otras opciones de inversión en otros puntos de España.

Los ofertantes están a la espera de la conclusión de las actuaciones judiciales, iniciadas hace algunas semanas, de acuerdo a los tiempos y procedimientos que establece la normativa y que, remarcan, «hasta el momento se están cumpliendo con gran agilidad por parte de la autoridad judicial y de la administración concursal».

Desde el grupo inversor confirman que una vez que se formalice legalmente la adquisición de la fábrica, se iniciará de forma «inmediata» la puesta en marcha de la maquinaria y la contratación de la plantilla.

En esta línea, ya han avanzado los contactos con las organizaciones sindicales que han iniciado la oferta de cursos de capacitación para las personas interesadas en optar a un puesto de trabajo en la industria.

Desde el grupo inversor confían en la viabilidaddel negocio en relación a las «buenas perspectivas» del contexto internacional para el sector fotovoltaico. Así, reconocen que actualmente ya cuentan con varios precontratos confirmados y otros en fase de negociación «avanzada» en mercados internacionales. «El cumplimiento de los mismos exige la máxima celeridad en el comienzo de la actividad productiva», apostillan.