«Nos presentamos al concurso público, les gustó el proyecto, y nos adjudicaron esta concesión por espacio de 15 años más otros cinco», explica José Manuel, gerente del espacio, quien añade que, «en aquel momento éramos conscientes de que asumíamos un espacio con 30 años de vida y que había permanecido un par de ellos cerrado», motivo por el cual había que afrontar importantes mejoras y, por ende, una fuerte inversión.
Concretamente, se propusieron como reto inicial renovar los vestuarios y duchas, a partir de una demolición, que permite al camping contar con unas estancias «dignas de los tiempos actuales». También, según detalla el gestor, se abordó la apertura de una nueva cafetería y la creación de seis bungalows para dar otra opción de alojamiento no condicionado por el clima. «Siempre hemos buscado que venir al camping constituyera una experiencia, no una última opción de alojamiento, cuando otras plazas no estuviesen disponibles».
«Nuestra apuesta era importante desde el punto de vista humano y económico», a partir del impulso de una empresa de nueva creación, aunque en los inicios de esta nueva gerencia del camping no existiera un soporte financiero propio. Lo que sí estaba claro era que las personas de la zona, a las que se da trabajo, estarían en el foco de la acción. No es de extrañar, por tanto, según explica, que haya cuatro empleados fijos, así como otra veintena de puestos temporales, que tienen actividad durante estos meses de verano. Por todo esto, él lo resume como «un cuento que, hasta el momento, tiene final feliz».
Flexibilidad y empatía
Con esas mimbres, José Manuel se dirigió a la banca, pero esta le instó a acudir a Iberaval, que apoyó a Poplar Kamp con su plan financiero. «Apostaron por nosotros, por el proyecto, desde la flexibilidad y el buen trato humano; tuvieron presente nuestro talento y las ganas de trabajar, y gracias a ellos hoy estamos en la segunda temporada del camping, que ha tenido una excelente acogida por parte de clientes y por gente de nuestro entorno, y que se ha convertido en una fuente de sinergias con ese Descenso del Órbigo», afirma.Descenso del Órbigo
De hecho, esa fue la actividad primigenia y la que llevó a emprender esta nueva aventura, que se complementa a la perfección con un reto del que disfrutan cada año miles de personas, con una repercusión directa e indirecta en la economía esta zona de León. Difereventos, detalla, cuenta con packs de aventuras, en colaboración con negocios locales, como restaurantes y otros comercios, y se encarga de atender las necesidades de los usuarios de las canoas, así como de llevarlos de vuelta a Veguellina tras el descenso del Órbigo.Por este motivo, contar con un camping para aportar comodidad cierra el círculo. De manera que, en junio, son muchos los centros escolares que apuestan por subirse a la canoa en esta zona de gran belleza natural, mientras que en julio y septiembre son muchas las familias y grupos de amigos que se suman al Descenso del Órbigo.
Alta ocupación en verano
José Manuel explica que ya cuenta con un 75 por ciento de ocupación prevista para este verano, con contratos de larga estancia, o lo que es lo mismo, usuarios que permanecen con parcelas contratadas todo el año. Sobre todo, añade, llegados de Madrid, País Vasco, y otro destino que sobresale, por lógica y vecindad, como es Asturias. «En cuanto a la procedencia de los otros usuarios, flotantes, depende de la época del año, así en estos meses abundan alemanes, franceses, portugueses y personas de otras nacionalidades, que son gente de paso». A partir de julio, la tortilla da la vuelta y sobre todo abunda en sus instalaciones el público nacional, llegado de todas las partes de España.Iberaval en León
La sociedad de garantía Iberaval, originaria de Castilla y León y líder de su sector en España, acumula ya más de 4.700 socios en León, y opera desde sus sedes en Ponferrada y la capital. Además, gracias a su respaldo financiero activo, que se sustancia en 159 millones de euros en toda la provincia, que ayudan a sostener más de 19.000 puestos de trabajo.La directora de Iberaval en León, Noelia Muñoz, destaca la función esencial que desempeña Iberaval en la financiación de las pymes, para la que cuenta con apoyo del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE) de Castilla y León, con el que desarrolla el programa ICE Financia, costeado con fondos de la Junta, y que este año ha desplegado nuevas líneas, dirigidas a sostenibilidad, digitalización y adecuación financiera.