Dicen que en estos tiempos los oficios se están perdiendo, que las manos ya no tienen ese protagonismo del que siempre han podido presumir como herramientas de trabajo. Sin embargo, como en todo, hay excepciones y el talento soldando de Fernando Ortiz, un leonés que ha emprendido para poner en marcha su propia herrería artística, es prueba de que las profesiones artesanas todavía tienen mucho futuro en la era de la digitalización.
Soldaduras Fer es el nombre de la herrería artística de Fernando Ortiz, que este mes ha saltado a la palestra en la ciudad de León al ser el artífice de la escultura de la nueva glorieta del puente de los Leones. Una obra creada en su taller de Almanza, donde también ha diseñado una parte importante del popular decorado navideño impulsado desde el Ayuntamiento.
No quedan demasiados soldadores y aún menos que se dediquen a la herrería artística; pero Fernando Ortiz, Fer, demuestra que se puede emprender con éxito en este ámbito y hacerlo, además, en el medio rural. «Llevo soldando toda la vida, 20 años por los menos, aunque como autónomo llevo tres. Realizo encargos de todo tipo. Trabajo por encargo. De hecho, mi lema es ‘Tú lo sueñas, yo te lo sueldo’», explica el herrero.
Buena parte del decorado navideño de Almanza lo ha creado Fer con los encargos que recibe del Ayuntamiento
A pesar de que parta de estos encargos, Fer asegura que siempre intenta «ir un poco más allá con los trabajos» que le son encomendados. Así, en el decorado navideño del pueblo en el que está afincado ha creado en los últimos años a unos elfos que portan un regalo y que son un homenaje a las mujeres operadas de cáncer de mama. Según explica este escultor, el peso que llevan las figuras es «la carga de la enfermedad», que también se refleja en el pecho de una de las mujeres.
Más detalles que en ocasiones se pasan por alto en un primer vistazo al alumbrado de Almanza y que son fruto de horas en que este herrero se pasó pensando y mesando su poblada barba: una mujer como paje de sus Majestades de Oriente. «Con la representación de los Reyes Magos y sus camellos hemos querido visibilizar también la lucha por la igualdad de género, con una pajesa. Con los elfos y el cáncer de mama sucede igual, que a veces se tapan estos detalles con las luces», comenta Fer.
La Navidad de Almanza, hoy reconocida como único ‘Pueblo Europeo de la Navidad’ de Castilla y León, comenzó «hace siete años», según recuerda Fer, con el encargo de un árbol de luces para la plaza. Poco a poco, las ideas del Ayuntamiento han ido tomando forma a través de esos hierros que moldean las manos de este artista local.
El herrero pone de relieve que se trata de trabajos hechos completamente a mano, «no se utilizan máquinas», en hierros que él da forma como si fueran plastilina. Por eso, y porque siempre se trata de obras «que tienen una historia y un sentimiento», Fer considera que son esculturas y no meras figuras.
El herrero considera que este león rampante en la capital es un "escaparate" para que se conozca su trabajo
Lo mismo ocurre con la pieza que acaba de estrenarse en la ciudad de León y la que considera un «escaparate» para que todos los leoneses conozcan que tienen a su disposición una herrería artística en la provincia. «Es una oportunidad de que se vea mi trabajo durante todo el año. Además que, en este caso, se ve de verdad y no está tapado por las luces de Navidad», señala el responsable de Soldaduras Fer a este periódico.
El escultor también agradece a todas las personas que le echan una mano en su día a día o que van a aportar ideas a su taller en Almanza, como también al Ayuntamiento de este municipio por apostar por su trabajo y a la plantilla de empleados municipales que, en ocasiones, le echan una mano con el transporte o la colocación de sus piezas. Son «muchas horas en el taller y mucho cansancio», tal y como Fer reconoce, pero «merece la pena».
Desde esculturas de diferentes tamaños y de lo más creativo hasta verjas o puertas metálicas personalizadas, este herrero leonés trabaja cada día para, como reza el lema que ha hecho suyo, soldar sueños. El primero de todos, el suyo: una herrería artística, un local artesano de los de toda la vida en los que las manos y el esfuerzo son las principales herramientas de trabajo.