"La tragedia de Valencia ha sido fortuita y no tiene por qué repetirse en un futuro"

La decana del Colegio de Arquitectos de León defiende que los edificios son "seguros" y pide esperar a los informes periciales sobre el incendio

27/02/2024
 Actualizado a 27/02/2024
Estado en el que quedó el edificio del barrio del barrio de Campanar en Valencia. | ROBER SOLSONA (EUROPA PRESS)
Estado en el que quedó el edificio del barrio del barrio de Campanar en Valencia. | ROBER SOLSONA (EUROPA PRESS)

«La tragedia de Valencia ha sido un accidente fortuito, pero no tiene por qué repetirse en el futuro. El parque edificatorio español es muy amplio y es la primera vez que ocurre semejante desgracia aquí. Entonces, no tiene por qué llegar a pensarse que es un defecto generalizado ante el hecho de que se hayan aplicado una serie de materiales o sistemas constructivos en un determinado tipo de inmuebles. Eso no es así. Se puede revisar es que las fachadas estén en buen estado y que los materiales no presenten defectos, pero no se puede pensar que haya que hacer una revisión generalizada del parque edificatorio anterior a 2019, que es la fecha de la última actualización de la normativa, porque haya ocurrido este accidente». Son palabras de la decana del Colegio de Arquitectos de León (Coal), Eva Testa San Juan, quien valora si sería necesario tomar medidas ante el devastador incendio del barrio de Campanar en Valencia, que acabó con la vida de diez personas y dejó varios heridos tras la destrucción de 138 viviendas pertenecientes a dos edificios.


Testa pide en primer lugar prudencia a la espera de que se conozca el contenido de los informes periciales sobre las causas del incendio. «Se habla de muchas opciones y no todas se refieren a la cámara del aislamiento y al sistema de revestimiento de fachada. Y también se dieron unas circunstancias climatológicas muy adversas que no se dan habitualmente y que han contribuido a que se produjese el incendio y también a una propagación muy rápida. No es habitual y por eso no se puede decir en ningún caso que nuestros edificios no son seguros o que ciertos materiales de construcción no son aptos para trabajar con ellos, porque eso no es así. El edificio de valencia cumplía la normativa que había en el momento de su construcción y que era anterior a la actual», detalla.


Y dicha normativa aparece reflejada en el Código Técnico de la Edificación, que data del año 2006 y se aprobó justo un mes después de que se firmase el acta de replanteo que dio inicio a la obra del edificio de Valencia. Es por eso que su construcción se rigió por la legislación anterior (de 1996), en la que «sí regulaban los materiales y se regulaban los materiales para las fachadas y los sistemas constructivos y de evacuación, aunque no de forma tan restrictiva como en la actualidad en las fases de proyecto e inspección», agrega la decana del Coal.

La decana del Colegio de Arquitectos de León, Eva Testa San Juan. LNC
La decana del Colegio de Arquitectos de León, Eva Testa San Juan. LNC


En todo caso, recuerda que el Código Técnico de la Edificación se actualizó en 2019 como consecuencia del incendio de la torre Grenfell en Londres, que se había producido dos años antes. «En esa modificación se incidía sobre todo en los edificios en altura. Esto también tiene lógica, ya que realmente en España hasta hace no demasiado tiempo era poco habitual que hubiera construcciones tan elevadas como las que se pueden hacer ahora mismo. Esa actualización incidió en los revestimientos de fachada y nuevos sistemas constructivos, porque hablamos de un sector vivo que siempre evoluciona. Como se comprobó en Londres, las fachadas ventiladas no habían sido tratadas adecuadamente para edificios tan altos como los que se estaban empezando a construir en España. Con la actualización de 2019, este tema se solventó y se incidió además en la creación de zonas cortafuegos cada cierto número de plantas y no sólo dentro, sino también en las fachadas, porque las cámaras ventiladas pueden actuar casi como un tiro de chimenea», agrega Testa.


En todo caso, defiende que el número de edificios que cuentan con este tipo de fachada no es elevado, por lo que descarta una revisión general de todos los edificios que no se ajusten a la normativa actual. «La fachada ventilada es un sistema relativamente moderno que se aplica desde hace un tiempo. Además, hay mecanismos de control como la Inspección Técnica de Edificaciones, pero quiero dejar claro que la normativa de 2019 se está aplicando y los edificios que se construyen en España son edificios seguros. Para ello estamos los arquitectos, que velamos por que se cumpla la normativa en el proceso de proyecto, y los aparejadores, que velan por que en la fase constructiva se apliquen las prescripciones de proyecto. Y más aún en lo referido a la extinción d e incendios mediante extintores o rociadores y con la clasificación contra el fuego que deben tener los materiales constructivos. No se utiliza la misma garantía de calidad en un edificio de 27 alturas que en uno de planta baja cuyos riesgos y posibilidades de extinción son muy diferentes. No podemos demonizar un material o un sistema de construcción de forma asilada, sino que hay que estudiar dónde y por qué se aplican», agrega.

Ojo a las obras de eficiencia energética


Pese a descartar una revisión generalizada y extraordinaria de los edificios construidos, Testa sí pide más control en las obras de rehabilitación energética mediante fachada ventilada (con cámara entre el muro y el nuevo revestimiento) o mediante un sistema de aislamiento térmico exterior adosado directamente a la construcción actual. «Se pueden llevar a cabo con una declaración responsable, sin ni siquiera una licencia de obras y sin que en algunos casos se pueda saber si están reguladas por técnicos competentes y con un proyecto que acredite una buena concepción. Las administraciones no pueden controlarlo porque la normativa es así, pero es importante que las comunidades de vecinos se conciencien de que estas obras tienen que llevarlas a cabo mediante el proyecto y bajo supervisión de arquitectos o aparejadores. Es la única manera de garantizar que se utilizan materiales adecuados y se ejecutan adecuadamente. No puede dejarse al albur de la empresa constructora de turno que proponga un sistema constructivo más o menos económico», concluye.

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