"Tenemos miedo, mi marido y mi hijo se han quedado protegiendo Ucrania"

Natalia Majinchuk llegó a León hace una semana junto a su hijo pequeño y su madre para refugiarse de la guerra con su hermana

C. Centeno
18/03/2022
 Actualizado a 18/03/2022
Natalia (primera por la derecha) junto a su hermana Olga y otro de los voluntarios empaquetando ayuda. | MAURICIO PEÑA
Natalia (primera por la derecha) junto a su hermana Olga y otro de los voluntarios empaquetando ayuda. | MAURICIO PEÑA
Natalia Majinchuk ha llegado a León hace una semana. Salió de Ucrania junto a su madre y su hijo menor para refugiarse en casa de su hermana, Olga Maslovska. Estos días ha colaborado con la clasificación y empaquetado de ayuda humanitaria en el almacén de Transleyca. No solo ella, también el niño aporta sus manos para llenar las cajas y algunos días su madre, enferma, lo hace pese a tener dificultades de movilidad y no poder estar de pie.

Proceden de Zhytomyr, una región al oeste de Kiev, a unos 130 kilómetros de la capital ucraniana. En esa dirección viajan quienes abandonan la principal ciudad del país, convertida en objetivo de las tropas rusas. Allí se han quedado el marido de Natalia y su hijo mayor, de 25 años. «Está siendo complicado, mi hermana hoy ha venido –a Transleyca– pero ayer estuvo llorando todo el día en casa porque ellos se tuvieron que quedar y hay otra ola de militarización. Está muy asustada porque no sabe qué va a pasar y claro, dice que se va a Polonia o a Moldavia o a cualquier sitio que esté más cerca, para ella España está muy lejos y tenerles allí psicológicamente es muy complicado», cuenta Olga.

Natalia no habla español, pero con su hermana como traductora transmite su agradecimiento a León por la acogida que ha tenido su familia y los compatriotas que ya han llegado. Cuenta que antes de salir de Ucrania cayó una bomba en un colegio a un kilómetro de donde ellos se encontraban y la huida está siendo «muy complicada porque las mujeres tenemos que marchar con los hijos y los hombres y los hijos mayores se quedan allí, tenemos mucho miedo porque ellos tienen que proteger nuestro país y es una cosa muy complicada», transmite. En cada una de sus frases aprovechar para enviar un mensaje de agradecimiento a León «porque ve mucha colaboración y mucha ayuda».

Tanto ella como toda su familia están pendientes de la actualidad que llega desde Ucrania. Condena los ataques «a muchas de nuestras ciudades» y se emociona al pensar en sus familiares más cercanos y en todas las personas que continúan allí. Por el momento su ciudad, al oeste de Kiev hacia la frontera europea, «está un poco más tranquila», pero las noticias sobre los bombardeos que llegan desde gran parte del país no son nada tranquilizadoras.

La preocupación se refleja en sus caras mientras hacen todo lo posible para colaborar en la distancia con su país y que la ayuda llegue. Natalia, por ejemplo, escribía en ucraniano el contenido de cada una de las cajas que llegarán a la frontera.
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