"Si aquí todo el mundo tiene la oportunidad de hablar, ¿por qué no me la dan a mí?"

“Si aquí todo el mundo tiene la oportunidad de hablar, ¿por qué no me la van a dar a mí?”, expuso este lunes en la Audiencia Provincial de León OM.G.N., el acusado de matar a un hombre en el barrio de la Sal de San Andrés del Rabanedo para robarle junto a su pareja, antes de negarse a declarar a las partes del caso.

El acusado se enzarzó este lunes en una discusión con la jueza y el Ministerio Fiscal para poder dirigir unas palabras al jurado popular antes de iniciar la declaración ante las partes, a las que dijo que sí quería contestar, pero que finalmente decidió no hacerlo tras la insistencia de su letrada defensora para que calmara su actitud.

“Ya escucharon a las partes, de lo bueno y de lo malo, esto es muy sencillo, en la vida siempre se va con la verdad y el que va con la verdad siempre va a estar bien consigo mismo. La verdad me hace estar bien conmigo mismo y con los demás, que es mi familia”, expuso el acusado, quien lamentaba que “con tanta interrupción era imposible explicarse”. Una interrupción hecha en varias ocasiones por la Fiscalía para recordar que “no se pueden hacer alegaciones porque no está previsto en el sistema judicial”.

No obstante, OM.G.N. decidió seguir con su relato y dirigirse al jurado popular para explicar que “tras escuchar cómo se me critica de asesino, van a decidir mi culpabilidad o inocencia y no hay nadie más claro y directo que les pueda poner las cosas más fáciles o más difíciles que yo”.

Como acusado, el hombre afirmó que es “quien puede decir la verdad, sin ningún tipo de política o rollo que pueda afectar en el estado emocional de ninguno de ustedes”. Para ello, se preguntó por qué “en el caso de que todo sea verdad, ¿por qué no hay ninguna prueba de ADN?”.

Explicó que esa noche acudió a casa de un amigo, donde decidieron “pillar droga”, para lo que su teléfono “era el único que estaba libre para hacer llamadas”. “Nos quedamos sin droga, una persona contactó para pillar y yo le dejo el teléfono para que llamara cuando llegara al lugar donde había quedado”, relató.

No obstante, expuso que se quedó dormido y que “a las tres horas, cuando llegó, me despertaron y me contaron que perdieron mi teléfono pero que me vendían dos”, y luego “estuvimos hasta las tantas de fiesta”.

Interrumpido una vez más por la fiscal y la jueza y ante la insistencia de su letrada para que cesara en su actitud, el acusado se negó a “aceptar el silencio” tras “llevar tres años y medio aguantando sin que nadie se ponga en mi lugar. Soy inocente, me quedé dormido, solo presté mi teléfono”, insistió.

Tras el pequeño ‘discurso’ expuesto por OM.G.N. y ante la repetición tanto de la Fiscalía, como de la jueza como de su defensa para que depusiera su actitud y respondiera a las preguntas de las partes, este decidió finalmente no contestar al interrogatorio.