Fernando de Pablos ejerció su vocación lejos de la tierra que le vio nacer, y lo hizo en Almería. Además de docente, fue sacristán en la iglesia y convento de Santo Domingo, donde se custodia la talla gótica de la Virgen del Mar, patrona de Almería. Al estallar la guerra civil, Almería quedó en la zona republicana y la comunidad de dominicos decidió dispersarse y cada religioso se refugió en casas particulares o donde pudo. Sin embargo, en las semanas siguientes, el beato Fernando y otros cinco dominicos fueron capturados y asesinados por radicales. Al parecer, algunos de ellos fueron martirizados en los alrededores del cementerio de Almería y otros en el pozo de La Lagarta en el desierto de Tabernas, al cual fueron arrojados tras recibir los disparos, según los testimonios.
El beato Fernando tenía entonces 60 años y llevaba 32 de profesión religiosa. Su beatificación y la de sus compañeros mártires (conocidos en el proceso de beatificación como "los dominicos de Almería") fue aprobada por la Iglesia el 12 de diciembre de 2019 y la ceremonia se había ido retrasando debido a la pandemia.
Beatificación
La Catedral de Sevilla acogerá la beatificación de 27 mártires dominicos. 20 de ellos procedían del convento de la Asunción de Almagro (Ciudad Real), cinco frailes -entre ellos el leonés Fernando de Pablos- un laico de Almería y también una monja de Huéscar.