Tras haber sido declarado culpable en el juicio con jurado, ahora la sentencia condena a JC.G.D. a 25 años y medio de prisión por los delitos de asesinato alevoso de la que era su pareja Paula M., delito de allanamiento de morada, delito continuado de daños, delito de maltrato en el ámbito de la violencia de género y por delito leve de daños.
El magistrado ha dictado sentencia este viernes por unos hechos que ocurrieron en abril de 2021, cuando JC.G.D. mató a la joven de tres puñaladas en su domicilio situado en la localidad leonesa de Mansilla de las Mulas.
Por el delito de asesinato, con agravante de parentesco y género, la pena es de 21 años, además de la prohibición de acercarse o comunicarse con la familia de Paula M. Por el delito de anallamiento de morada la pena es de tres años, por el delito de maltrato habitual en el ámbito de la violencia sobre la mujer, el juez le condena a un año y seis meses de prisión y a la privación de tenencia de armas durante tres años y medio.
JC.G.D. también ha sido condenado a diez meses de multa por delito continuado y leve de daños. Asimismo, tiene que indemnizar a la familia de Paula M. que estuvo representada en el juicio por la abogada Beatriz Llamas, más de 125.000 euros, además de 675,10 euros para la comunidad de propietarios del edificio en el cometió el crimen y donde vivía la joven.
Juicio con jurado
El jurado popular lo declaró culpable por unanimidad el pasado 25 de octubre al considerar probado que "al asestar varias puñaladas, el acusado tenía intención directa de causarle la muerte y a pesar de ella continuó apuñalándola sin importarle el resultado letal que se produjese".
A pesar de que él negó en la Audiencia Provincial de León que hubiera tenido en algún momento una relación sentimental con la víctima, el jurado consideró probado por unanimidad que ambos iniciaron “una relación sentimental, afectiva o de pareja en el verano de 2020”, llegando incluso a convivir juntos durante al menos un mes, así como episodios previos de violencia de JC.G.D. contra Paula, lo que supone un “delito continuado de maltrato” tanto física como psíquicamente.