Senderismo para revitalizar las viejas rieles del Hullero

Rubén López es un guía de media montaña leonés que ha decidido poner en marcha un desafío por distintos puntos del recorrido del ferrocarril que arrancará el día 1 de marzo

25/02/2024
 Actualizado a 25/02/2024
La estación de San feliz de Torío es una de las paradas por la provincia en el trayecto del Tren de la Robla, conocido también como el Hullero. | MAURICIO PEÑA
La estación de San feliz de Torío es una de las paradas por la provincia en el trayecto del Tren de la Robla, conocido también como el Hullero. | MAURICIO PEÑA

Se han escrito libros, se han hecho películas y documentales, se han publicado cientos y cientos de reportajes, pero la iniciativa que ahora se convierte en noticia traspasa páginas y pantallas para ir a parar directamente al barro. Ese que mancha las botas de los senderistas en sus idas y venidas por terrenos más o menos farragosos de la montaña de León.

La cortesía es de un treintañero leonés, militar de oficio y guía de media montaña de afición. «Un hobby-trabajo, que le llamo yo», dice Rubén López, que encontró el caldo de cultivo para su propuesta final en su fijación por los retos de montaña como el Trofeo El Cainejo o el Anillo de Picos. Su mezcolanza y la temprana costumbre en la escucha indirecta del zumbido de un tren encendieron la bombilla de Rubén para poner en marcha el Desafío Hullero. «He vivido en La Asunción y he crecido cerca del tren, he jugado al fútbol a su lado, he tenido que cruzar las vías toda mi vida y, a diario, lo veía pasar», rememora en pasado, como si el Hullero ya no subiese modesto a sus raíles, quizá vaticinando el momento en que cese su acción.

El mal pronóstico es lo que ha llevado al leonés a encontrar un incentivo para que «la gente suba al tren, haga una serie de rutas y, al mismo tiempo, se genere esa economía en la zona». Y es que el Desafío Hullero consiste en llevar a cabo quince rutas de senderismo por distintos enclaves de los que transita el Transcantábrico en su recorrido por León.

«Es una iniciativa sin ánimo de lucro», aclara en varias ocasiones, haciendo hincapié en que «la idea principal es plantar esa semilla y que la gente haga la ruta subiendo al tren». Un total de quince rutas que arrancan en la parada de ferrocarril oportuna y finalizan en uno de los establecimientos colaboradores, cuyo número, al principio, parece inexacto para Rubén. Por unos segundos, se le oye contar en susurros y es sencillo imaginarle al otro lado del teléfono sacando sus dedos del puño en un gesto manual al son de «uno, dos, tres, cuatro...». Así, hasta quince. Y todos ellos ofrecen algo: «Dos empresas de turismo activo van a aportar regalos, la Asociación Agroalimentaria de Cistierna va a aportar productos, las casas de Valdelugueros aportarán una noche allí, Reservados Astura ofrecerá sus servicios gratis, entradas gratis al centro de Escalada Nave». 

Lo que sigue son unos puntos suspensivos que preceden a la «moral e ilusión» que menciona el leonés como ingredientes necesarios para acercarse a estas entidades leonesas. El militar ríe al recordar cómo, tableta en mano –«que pensaban que era un comercial de Cerlesa»–, visitaba a cada posible patrocinador en compañía de un dosier de más de setenta páginas al que todavía le quedan algunos detalles por pulir. 

Lo mismo ocurre con sus redes sociales. «Vamos a ir haciendo la promoción que podamos de aquellos que nos patrocinen, estamos abiertos a cualquier apoyo y, a todo el que nos eche una mano, intentaremos darle la mayor difusión y funcionar un poco como el altavoz de la zona», dilucida contento, a sabiendas de que todavía queda algo de tiempo para sacar aún más lustre a esta iniciativa, que pretende ponerse en marcha de forma oficial el 1 de marzo.

El militar y guía de media montaña, Rubén López, en la Peña de la Cuz de Mampodre, localizada en Maraña. | CEDIDA
El militar y guía de media montaña, Rubén López, en la Peña de la Cuz de Mampodre, localizada en Maraña. | CEDIDA

Pero hasta aquí los prolegómenos; ya es momento –ya es párrafo– de entrar en vereda. ¿Qué pasos debe seguir el desafiante de este histórico Hullero? Lo primero, adquirir por doce euros la bolsa protocolaria en Deportes Córdoba. En su interior, encontrará una camiseta técnica, una pegatina y una ‘tarjeta desafío’ que deberá sellar en los establecimientos colaboradores donde finaliza cada ruta. «Con esos doce euros, se pretende volver a hacer camisetas, tarjetas y pegatinas para que el Desafío Hullero se vaya renovando», explica Rubén.

El reto dará comienzo el primer día de marzo y se prolongará durante más o menos un año, durante el que los senderistas deberán realizar el total de las quince rutas, teniendo en cuenta el segundo y último de los requisitos: presentar, al final del desafío, al menos seis billetes que dejen constancia de haber realizado el trayecto a lomos del Hullero. «Todos sabemos las dificultades que hay porque el tren no llega al centro o porque hay rutas demasiado largas, como hasta Puente Almuhey», analiza el leonés: «Por eso, para validar el reto sólo deben guardarse seis tiques» El resto, pueden realizarse sin necesidad de subir al vehículo. 

Otra de las ideas es celebrar una especie de gala al finalizar el año. «Haremos un evento en el que invitaremos a todas aquellas personas que lo hayan intentado», cuenta el leonés, añadiendo que se premiará a los finalistas con una medalla. «Vamos a hacer un sorteo con un número que va registrado en cada tarjeta e intentaremos que todo el mundo se lleve un premio de productos típicos de la zona; desde unos nicanores de Boñar hasta cecina de Los Rejos». Todo en una puesta en valor de los productos y la historia de esta tierra.

Sobre su acogida y proyección, Rubén es entusiasta. «Creo que muchos leoneses hemos vivido cerca del tren o hemos tenido nuestras primeras experiencias subiendo para hacer acampadas en La Vecilla o para ir al río», opina: «Creo que vamos a tocar la fibra a la gente, sobre todo, a la de las riberas; del Torío, del Curueño, del Cea, del Porma...». Aclara que las rutas no exigen no presentan una fuerte complicación técnica, definiéndolas como «accesibles» y termina por decir: «Yo creo que hay muchos senderistas en León y este puede ser un reto bonito; una motivación más para subir al monte».

Poco más queda por contar, sólo esperar al 1 de marzo para agarrar botas y bastón –si se es muy prudente– y evitar el barro de cada una de las quince rutas que propone Rubén, que resume alegre en su dosier la premisa del Desafío Hullero: «¡Vamos, que lo llenamos!».

Las quince rutas del Desafío Hullero.
Las quince rutas del Desafío Hullero.

 

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