La noche de este domingo dejó una estampa inolvidable en los cielos de León, donde centenares de personas se detuvieron a observar el esperado eclipse lunar. El fenómeno alcanzó su punto álgido cuando la Luna se cubrió de tonalidades rojizas y anaranjadas, ofreciendo un espectáculo único pese a la presencia intermitente de nubes.
Desde el mirador del Parque de Quevedo hasta las inmediaciones del campus universitario, numerosos curiosos y aficionados a la astronomía se reunieron para no perderse la llamada “Luna de sangre”. Vecinos y visitantes aprovecharon la ocasión para inmortalizar el momento, y las redes sociales se llenaron de fotografías tomadas desde parques, plazas y miradores de la capital y la provincia.
Un eclipse lunar se produce cuando la Luna atraviesa la sombra de la Tierra, bloqueando la luz solar que normalmente la ilumina. Durante la fase total, el satélite no se oscurece por completo, sino que adquiere un tono rojizo debido a que la atmósfera terrestre filtra los componentes de la luz blanca solar y solo deja pasar la luz roja.
En León, la Luna salió a las 20:44 y se ocultó a las 07:19 de la mañana. El eclipse parcial comenzó a las 18:27 y se prolongó hasta las 21:56, mientras que la fase más esperada, el eclipse total, se desarrolló entre las 19:31 y las 20:53, momento en el que el satélite alcanzó su característico tono rojizo antes de reaparecer poco a poco iluminado.


