"Se hace saber que es navidad en Villamejil"

Un bando fue el detonante para que este pueblo luzca una de las decoraciones más curiosas e imaginativas de la provincia

Fulgencio Fernández
30/12/2021
 Actualizado a 30/12/2021
José María, Javi, Verónica la presidenta y Quique han sido los grandes artífices de la imaginativa decoración navideña en Villamejil. | FULGENCIO FERNÁNDEZ
José María, Javi, Verónica la presidenta y Quique han sido los grandes artífices de la imaginativa decoración navideña en Villamejil. | FULGENCIO FERNÁNDEZ
Verónica, la activa presidenta de la Junta Vecinal del pueblo cepedano de Villamejil, decidió colocar un bando invitando a los vecinos a que no fuera una Navidad triste.

- ¿Y qué hacía saber la señora presidenta en su bando?

- Más que hacer saber invitaba a los vecinos a colaborar en la decoración navideña del pueblo.

- ¿Para el concurso municipal?

- Es cierto que hay un concurso convocado por el Ayuntamiento para todos los pueblos, pero no ha sido eso lo que nos ha movido, lo que queríamos es que se viera que había vida en el pueblo, que lo peor que puede haber es la dejadez.

Quien explica el detonante de la singular decoración que hoy luce Villamejil es su presidenta, Verónica. Realmente sorprende cuando llegas al pueblo, en el que encontró una buena respuesta el bando y se formó un equipo de trabajo que merece la pena: José María aportó muchas ideas, Javi, Quique, Óscar y Lorenzo las hicieron realidad y aportaron otras; María tejió los vestidos y las cabezas de los Reyes Magos; la propia Verónica los vestidos del nacimiento y, añade, «para hacer los recados, que se pasaban el día pidiendo».

cuando vimos el esqueleto del primer Rey ya lo tuvimos claro... esto va. Que echaran cuerpo ya fue más fácil, con sacos. Reciclamos de todo Reconocen que no lo tuvieron muy claro desde el principio, que cuando trataban de montar el armazón no lo acababan de ver hasta que, dice José María, «cuando vimos el esqueleto del primer Rey ya lo tuvimos claro... esto va. Que echaran cuerpo ya fue más fácil, con sacos. Reciclamos de todo».

- ¿Muy artesanal?

- Absolutamente artesanal. Fuimos por varas al río, el armazón lo hicimos a motosierra, la radial también trabajó y sacos de pienso, de patatas, bolsas de basura... hurga en las figuras y verás.
No hurgo, pero las figuras lucen espectaculares. Sobre todo las de los reyes, que ya están colocadas en «su barrio» pues, explica Javi: «Aquí siempre fue donde llegaron los reyes. Después de las hogueras aparecían los reyes en el alto y aquí los esperaba el pueblo».Ruedas que componen un muñeco. Renos. Una fachada llena de motivos navideños y con los tres calcetines para los reyes sobre los que aparece la figura de Lucía, la niña de cuatro años que alimenta con cada figura la ilusión de quien espera los reyes con una emoción que se le ve en los ojos. La ilusión de Vicente, que aparece con su bicicleta y su muleta, es que le haga ilusión a Lucía. O a Héctor, que vive en la casa de los renos...Para las futuras navidadesAsí ha lanzado Villamejil su grito de «estamos aquí». Así se deja ver este pueblo de unos cien habitantes que, explica Quique: «Son pocos, o muchos, depende con quién nos comparemos». Pero los cuatro coinciden en que la situación es compleja.«Somos un pueblo de agricultores, celebramos san Isidro, pero apenas quedan cinco o seis en activo. La gran mayoría son jubilados».Nada nuevo. Otra comarca azotada por la despoblación. Desde la Garandilla hasta Sueros (a media mañana) no había cruzado a ningún coche. En Sueros también sorprende la trabajada decoración navideña y, al fin, Villamejil. Un pueblo que suena por las actividades culturales de su asociación, donde la Junta Vecinal trabaja contra el olvido...
«Hacemos lo que se puede. Por San Isidro les damos el bollo preñao, hay muchos cursos en las escuelas, ahora mismo hay uno para que la gente mayor se arregle con los móviles... En fin, cosas para que no se mueran los pueblos».

Uno de los jubilados, sentado al sol junto a su gato, muestra el orgullo por el trabajo realizado: «Haga fotos, haga, no es el primero. Se para mucha gente, les sorprende y no es de extrañar».

Ha comenzado una nueva historia. Guardarán estas figuras y cada año irán sumando otras. Acabará Villamejil siendo un lugar de referencia cuando llegue la Navidad, al tiempo.
Es hora de marchar, ganas no hay. Es muy agradable la conversación con esta gente. La verdad es que lo que apetece quedarse en este pueblo que se niega a dejar pasar de largo la Navidad, pero como decía el histórico cantinero cuando quería cerrar: «Esta gente tendrá una casa para la que marchar».
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