Santa María salda su deuda con el impulsor del IES Valles de Luna

El Ayuntamiento pone el nombre de Óscar García a la Sala de Exposiciones de la localidad en recuerdo a quien dirigió los primeros 12 años del centro educativo

Teresa Giganto
13/09/2018
 Actualizado a 18/09/2019
El hijo de Óscar García tras descubrir la placa en homenaje a su padre. | L.N.C.
El hijo de Óscar García tras descubrir la placa en homenaje a su padre. | L.N.C.
Fue en 1968 cuando Óscar García Prieto volvió a su pueblo natal para emprender la aventura de dirigir el Instituto Laboral de Santa María del Páramo. Tenía por aquel entonces 43 años y una dilatada experiencia tras de sí en docencia e investación. Los 12 siguientes se los brindó al Instituto de Educación Secundaria Valles de Luna. Su empeño en sacar adelante este centro educativo supuso un antes y un después en la comarca del Páramo, puesto que para los jóvenes se abrió una nueva oportunidad que hasta entonces solo les era ofrecida en la Academia Cervantes que en aquellos años dirigía don Javier.

Por todo ello hacía ya un tiempo que Santa María tenía una deuda pendiente con quien tanto hizo por el desarrollo del Páramo y en el marco de estas fiestas la saldaron. Ya sin el protagonista, que falleció en noviembre de 2016 tras haber podido asistir pocos meses antes a la fiesta del 50 aniversario del Centro Educativo. Fue su hijo Óscar García Bárcenas quien descubrió la placa de homenaje a tan insigne enseñante cuyo nombre pone ahora la denominación a la Sala de Exposiciones de Santa María del Páramo ubicada en la planta baja de la Casa Consistorial.

El acto, que tuvo lugar el pasado día 4, tuvo también como momento especial la proyección de un audiovisual de recuerdo del que fuera director del centro durante años. El hijo del homenajeado mostró su orgullo por este reconocimiento y mostró su agradecimiento al Ayuntamiento de la localidad por llevarlo a cabo. La alcaldesa, Alicia Gallego, destacó que «Santa María se lo debía, le debía un reconocimiento a la labor y tesón», indicando que es «un reconocimiento público, pequeño para lo que se merecía pero sí es un granito de arena que va a quedar de recuerdo para que todo el mundo sepa la labor que hizo por Santa María y el Páramo».
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