Existen eso sí dos excepciones para que los nacidos en esa franja de años no tengan que vacunarse ahora:que ya lo hicieran en el pasado o que hayan tenido la enfermedad en algún momento de su vida, por lo que están totalmente inmunizados. Hay que tener en cuenta que solo tienen que seguir esta recomendación los nacidos en los años 70 y en 1980 puesto que a partir de 1981 se inició la obligación de vacunarse al incluirse esta enfermedad en la programación oficial de los niños, por lo que todos los nacidos a partir de entonces ya recibieron el tratamiento.
Además, en la década de los 80 se empleó una vacuna monovalente frente al sarampión pero solo durante un breve periodo de tiempo, por lo que se considera que no hay una protección óptima frente a los contagios.
Y los nacidos antes de 1970 se considera casi con toda probabilidad que han pasado la enfermedad, ya que hasta entonces la mayoría de los españoles sufrieron en algún momento de su vida esta dolencia, de ahí que ahora no tengan que hacer frente a un nuevo ‘pinchazo’ sanitario.
Esta recomendación viene avalada por instituciones como la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), que consideran no solo una forma eficaz de evitar que los nacidos entre 1970 y 1980 puedan infectarse por el virus, sino que además no hay riesgo si alguien ya se había vacunado anteriormente y repite dosis.
Lo que sí hay que tener en cuenta a la hora de vacunarse es en los casos de mujeres si están embarazadas o si tienen una patología crónica que comporte inmunodepresión o es alérgica a cualquier componente de la dosis.
En el caso de que se esté en esa franja de edad, hay que acudir al centro de salud para que el médico inicie el proceso de vacunación. Hay que tener en cuenta que se administra en dos dosis, con una diferencia mínima entre una y otra de cuatro semanas.
Según se especifica desde el Ministerio de Sanidad, la protección de la vacuna ante la enfermedad del sarampión es aproximadamente del 93 % y en el caso de comportar efectos secundarios, son leves y transitorios.
Según el calendario común de vacunación, la primera dosis se está administrando actualmente a los 12 meses, mientras que la segunda es a los 3 años en el caso de Castilla y León. La tasa de vacunación de la triple vírica en 2018 era superior al 95% en la primera dosis.
Cabe recordar que este virus se contagia fundamentalmente por vía respiratoria a través de la tos, los estornudos o al hablar, y puede permanecer hasta dos horas en el ambiente. Es además una enfermedad en la que aparece una erupción cutánea muy característica, además de que supone fiebre alta, secreción nasal y conjuntivitis en los pacientes. Yaunque se considera que es una dolencia leve que se pasa en la infancia, uno de cada mil casos puede conllevar el fallecimiento, pero también problemas neurológicos, neumonía, ceguera y diarrea grave.
Padres que no vacunan
Aunque no están claras las causas del incremento de los casos de sarampión en Europa, los expertos hablan de dos principales motivos: casos importados de países en los que la vacunación no está garantizada por cuestiones económicas y la existencia de padres que no quieren vacunar a sus hijos.
Esta última tendencia, sin ser muy extendida en Castilla y León sí que suponen cifras preocupantes: el 5 % de los niños no se vacunan, con el consiguiente riesgo de que puedan ser infectados, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversas instituciones ratifican que cada año salvan cerca de tres millones de vida, que podrían ser cuatro si se universalizaran.