San Marcos recupera a sus 76 trabajadores

La plantilla se ha reincorporado este lunes tras la conclusión de las obras y prepara ya la reapertura para principios de diciembre

Alfonso Martínez
19/10/2020
 Actualizado a 19/10/2020
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San Marcos cerró sus puertas el 15 de diciembre de 2017 y volverá a abrirlas cuando falten escasos días para que se cumplan tres años de aquel instante en que Ramón Profitós y Carmen Centeno dejaron su habitación como últimos huéspedes antes de que comenzase una reforma que acaba de concluir.

Paradores ha reincorporado este lunes a los 76 trabajadores con el fin de acometer las tareas de limpieza previas a la ejecución del proyecto decorativo para que el buque insignia de la red estatal de alojamientos turísticos pueda recuperar su plena actividad. El objetivo es que pueda estar abierto al público en el puente de principios del próximo mes de diciembre.

El Parador de San Marcos se dividía en dos espacios diferenciados el histórico y el moderno, que data de los años 70. Antes del inicio de las actuaciones se decidió que se desarrollarían en dos fases. La primera sería la rehabilitación del edificio histórico, que es la que acaba de concluir con una inversión de 15 millones de euros. Mientras, la segunda sigue sin fecha y supondrá la construcción de un nuevo edificio que sustituya a la zona moderna que existía anteriormente junto a la histórica.

La rehabilitación acometida en esta última ha servido para recuperar la volumetría original de San Marcos y su organización entorno a un atrio interior cerrado pero con luz interior. La intervención que se había llevado a cabo en los años 60 fue muy dura con el edificio y destruyó el patio central para forjar plantas que ampliasen el uso hotelero. Ahora se ha recuperado ese espacio con el objetivo de que albergue la cafetería del nuevo San Marcos y, sobre él, colgado a gran altura, se podrá contemplar en todo su esplendor el espectacular techo de Lucio Muñoz, que también ha sido restaurado.

De esta manera, San Marcos prepara estos días su vuelta a la vida con la reincorporación de sus trabajadores, que han estado en Erte todo este tiempo. Y lo hará nueve meses más tarde de lo previsto debido a la demora de las obras por la aparición de restos históricos y las filtraciones de agua del río Bernesga.
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