Ribera hizo esta consideración en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que indicó que la norma ayudará a que los jóvenes no hereden de sus padres un planeta peor y representa la "respuesta institucional a la crisis climática". "No podemos volver al modelo anterior", sentenció.
Señaló que los coches nuevos que se pongan en el mercado a partir de 2040 deberán ser "de cero emisiones por kilómetro recorrido" y a partir de 2050 quedarían "fuera de la circulación los vehículos con motor de combustión, salvo los vehículos históricos".
Además, subrayó que el proyecto de ley del Gobierno obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a que establezcan zonas de bajas emisiones a partir de 2023, como ocurre con grandes ciudades como Madrid y Barcelona, lo cual supondrá desde este año "limitaciones a la circulación" de vehículos con motor de combustión en parte de su espacio central.
En materia de movilidad y transporte, el proyecto de ley fija 2040 como fecha tope a partir de la cual sólo podrán venderse coches y vehículos comerciales ligeros nuevos -excepto los matriculados como vehículos históricos- libres de CO2 (concretamente, con cero gramos de CO2 por kilómetro recorrido), de manera que antes de ese año irá reduciéndose la venta de vehículos contaminantes.
Medidas de impulso
Para ello, el Gobierno trabajará con el sector con medidas de impulso a los vehículos que no contaminen, con lo que para entonces sólo se venderán los eléctricos y los impulsados por alguna tecnología libre de dióxido de carbono.
Además, todas las administraciones públicas deberán adoptar medidas para que en 2050 haya un parque de automóviles y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO2.
También se prevé un objetivo de cero emisiones directas de los buques cuando estén amarrados o fondeados en los puertos de competencia del Estado para 2050; para ello, se promoverá la articulación y consolidación de cadenas logísticas sostenibles con origen o destino en puertos, de forma que se reduzcan las emisiones. Además, habrá objetivos anuales de suministro de biocarburantes en el transporte aéreo.
Por otro lado, Ribera comentó que la norma marca objetivos climáticos nacionales a medio plazo. Así, el Gobierno pretende que en 2030 se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 20% con respecto a 1990, las renovables aporten al menos un 35% del consumo de energía final, el 70% de la electricidad se genere con renovables y la eficiencia energética mejore en al menos un 35%. Y para 2050, el país debería alcanzar la neutralidad climática. "Que España tenga por fin una ley del clima sería una excelente noticia para todos", sentenció.