Según ha podido saber este periódico, esta plaza de nueva creación se financiará con economías generadas por trabajadores funcionarios y laborales que en este medio año no han ocupado su puesto de trabajo y que se podrían haber destinado a áreas más sensibles como la de Servicios Sociales donde las necesidades de personal son acuciantes. El cómo se pagará a este nuevo empleado y las necesidades municipales de Personal han desatado un gran malestar en los pasillos de la casa consistorial.
No sólo eso, sino que la previsible contratación tiene por objetivo que este técnico de administración sea el encargado de redactar la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) del Ayuntamiento de León, lo que evidencia la desconfianza que el edil tiene de sus propios trabajadores.
Precisamente la promoción interna que con esta decisión está cercenando el concejal Agustín Rajoy es la misma que ha argumentado para revocar la adscripción de la anterior secretaria de Personal al departamento de Bienestar Social, una decisión adoptada por el anterior equipo de Gobierno sobre una funcionaria sin destino fijo a la que devuelven a su anterior puesto de jefa de negociado sosteniendo que la citada plaza debía proveerse mediante un proceso de promoción interna.
Críticas de León en Común
Esta situación ya ha sido denunciada por el grupo municipal León en Común que ayer remitía un comunicado en el que expresaban que la contratación que este viernes se «impondrá» en el pleno sal «a precio de oro» y demuestra dos cosas: «El desprecio del equipo de gobierno por sus propios funcionarios, perfectamente capacitados para este cometido, y que cuando interesa se contrata. El problema es que un puesto en docencia de música, en barrido de calles, de monitor o monitora de deportes, o en limpieza en la residencia de ancianos importan un bledo y son prescindibles. Meter a un amiguete en el ayuntamiento merece el esfuerzo de olvidar los límites legales de contratación o, al menos, rodearlos.»