Que la época de setas no te pille sin cesta

León y Palencia son las dos únicas provincias fuera del Micocyl

T.G.
16/10/2015
 Actualizado a 18/09/2019
Los aficionados Fernando Bandera y Arlen Bandera encontraron el pasado  puente de El Pilar en las inmedicaciones de Boñar esta espectacular amanita cesárea de 850 gramos.
Los aficionados Fernando Bandera y Arlen Bandera encontraron el pasado puente de El Pilar en las inmedicaciones de Boñar esta espectacular amanita cesárea de 850 gramos.
Metidos de lleno en el otoño llega el tiempo de recoger frutos, y entre ellos las setas. Con las primeras lluvias de la temporada, las temperaturas bastante suaves y con ausencia de heladas ya se puede ver cómo los campos se llenan de recolectores de hongos que, pertrechados de navaja y cesta, aprovechan para hacerse con los primeros ejemplares. La provincia de León cuenta con importantes variedades micológicas aunque la explotación de este sector pasa tan solo por ser una afición y sin apenas aprovechamiento económico. Cada zona de la provincia tiene una especie más conocida que otra dependiendo del suelo y las condiciones climáticas de cada lugar. Especial relevancia tiene la zona de Babia, los Picos de Europa o el sur de la provincia, donde principalmente los seteros pueden hacerse con la popular ‘seta de cardo’.

El Micocyl gestiona el turismo micológico, la recolección y la comercialización de las setas de modo que promueven que ésta sea una actividad sostenible al mismo tiempo que rentable en aquellas zonas de mayor riqueza micológica en Castilla y León. Los montes regulados bajo el modelo Micocyl se ubican en todas las provincias de la comunidad autónoma a excepción de Palencia y León. A través de su página web o su aplicación para móviles se puede consultar la producción estimada de cada zona así como la obtención de un permiso para poder llevar a cabo la actividad en dichas áreas protegidas.

A pesar de que la recolección de setas en León no está incluida en este organismo regulador, existen varios cotos en la provincia recogidos por el servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y dependientes de los propios municipios o juntas vecinales en los que se encuentran ubicados, situación que provoca la falta de uniformidad en los criterios de recogida en la provincia así como en las sanciones por las malas prácticas. En algunos casos la explotación micológica de algunos terrenos está concedida a clubes deportivos de caza o a título privado.

A pesar de que cada vez está más extendida la afición de ‘setero’, no lo están tanto las buenas prácticas a la hora de disponerse a recoger hongos. Desde el propio Micocyl instan al recolector a llevar a cabo la actividad siguiendo una serie de buenas prácticas tales como el empleo de cestas para que los hongos puedan estar aireados y se propicie la caída de esporas.
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