Óscar Puente, exalvalde de Valladolid y nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible del Gobierno de España, ha dejado claras sus intenciones en una de sus primeras entrevistas en el cargo, concretamente en el Diario de Valladolid, a quien ha asegurado que su prioridad en este mandato a nivel autonómico es la U de Olmedo, que haría perder peso a León como histórico nodo ferroviario del noroeste permitiendo que los trenes que lleguen desde Galicia se puedan desviar al este de España por Valladolid.
"La U de Olmedo es la que nos va a permitir comunicar Valladolid por tren con todo el norte de España, desde Galicia hasta Cataluña. Ese es un proyecto desde el punto de vista coste-beneficio, impresionante. Por poco coste, el beneficio que va generar a toda Castilla y León, a Valladolid, por supuesto como cabeza de la Comunidad, es impresionante. Ese es un proyecto que, desde luego, no oculto voy a intentar sacar adelante. Fui yo el principal impulsor desde el Ayuntamiento de Valladolid de un proyecto que estaba ahí aparcado y ahora tengo la oportunidad de desarrollarlo y no la voy a desaprovechar", asegura Puente.
También habló el nuevo ministro sobre la autovía León - Valladolid, que asegura "es importante también", y afirmando que quiere "ver un poco el estado en el que se encuentra cada tramo y, sin duda, vamos a ir impulsando los distintos tramos. Pero insisto, asumiendo que también los recursos no son ilimitados y que hay mucho, mucho dinero para invertir, pero hay que repartirlo por todo el territorio".
Manda además un mensaje al alcalde de León, José Antonio Diez, a quien "le dará un abrazo pronto" y es que será Puente el encargado de inaugurar la Varianet de Pajares, una " obra de ingeniería que solo tienen tres países del mundo, Japón, Suiza y España. Y tenemos que estar orgullosos. Y León será una de las tierras que se beneficiarán de esa puesta en marcha".
En cuanto a los soterramientos, descarta incluso la propuesta de hacerlo en Valladolid "porque los condicionantes técnicos y económicos lo hacen inviable", lo que deja más que claro que hacer lo propio en San Andrés del Rabanedo es poco menos que una utopía.