¿Imaginan la posibilidad de viajar entre León y Barcelona en el mismo tren y en solo 4 horas? Esa es la puerta que dejó abierta este lunes el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que anunció la licitación de un estudio de viabilidad que tienen el objetivo de que esa posibilidad se convierta en un futuro (aún no cercano) en una realidad.
Como referencia la opción más rápida de viajar desde León hasta la capital catalana en este momento pasa por coger un vuelo desde La Virgen del Camino hasta elPrat, con una duración inferior a una hora. Sin embargo, hablando del tren, existe la opción de coger el único Alvia directo con una duración de algo más de 8 horas o viajar a Madrid, cambiar de estación y coger el tren a Barcelona con una duración de unas 6 horas de trayecto incluyendo una hora de enlace en Madrid.
No, no tiene que ver esta opción que se abre con una inversión directa para la provincia de León, que sin embargo, sí se aprovecharía en este caso (y sin compensar las decisiones que le han afectado negativamente en este ámbito) de la intención del ministro de convertir a su Valladolid natal en el un nudo ferroviario referencia a nivel nacional. "Tendrá repercusión en todo en el conjunto de toda la red de nuestro país, porque afecta a los tránsitos de toda España. Estamos ante una actuación de carácter estratégico para el futuro del transporte ferroviario en España", aseguró Puente durante su presentación en los Desayunos Informativos de Europa Press.
Esta posibilidad pasa esencialmente por dos puntos clave. Por un lado, el aumento de la velocidad en el trayecto entre Madrid y Barcelona para reducir el viaje por debajo de las dos horas, con una tecnología que además podría ser después ampliable a la propia línea de Alta Velocidad entre León y Madrid, reduciendo aún más el trayecto. La intención es aumentar hasta los 350 kilómetros por hora la velocidad de los trenes entre la capital de España y la ciudad condal mediante la implantación de las 'aerotraviesas', una tecnología española "única en el mundo" que sustituiría las actuales traviesas e impide que el balasto a esas velocidades se levante e impacte con los bajos del tren. Cabe señalar que en el desarrollo de la alta velocidad en España las pruebas que se realizaron permitieron a los trenes superar los 400 kilómetros por hora, si bien se desaconsejó que pasasen de los 310 debido a esta problemática sobre la que Adif se puso a trabajar alcanzando esta solución patentada ya en 2014.
Completada esta actuación en la línea Madrid-Barcelona, que como señalaba el ministro permitirá reducir el trayecto entre Atocha y Sants por debajo de las dos horas, la otra gran 'pata' que permitiría reducir los tiempos de trayecto entre León y Barcelona además de evitar el trasbordo, sería la unión de la línea Madrid-Valladolid (así se refirió a la conexión con el norte Puente) con la Madrid-Barcelona. Para ello, el ministro explicó que se estudiarán dos escenarios que eviten que los trenes deban pasar por Chamartín primero y Atocha después congestionando aún más el conocido como túnel del Chato, que ahora mismo atraviesan los trenes que circulan entre el Levante y León y cuya ampliación se encuentra actualmente en obras y permitirá próximamente viajar desde el norte al sur de España también sin transbordo. La idea es 'alargar' la conexión también actualmente en construcción entre Chamartín y el Aeropuerto de Madrid Barajas hasta la zona de Torrejón de Ardoz, donde conectaría con la Madrid-Barcelona.

Una obra compleja, de la que el Gobierno es consciente y es por eso que el estudio de viabilidad valorará dos intervenciones, una más modesta y otra más ambiciosa que cambiaría las condiciones del viaje entre el norte de la península y Cataluña según se realizase en un sentido u otro. La primera sería que la conexión de alta velocidad fuese exclusivamente en sentido sur, mientras que hacia el norte conectaría en ancho estándar con la playa de vías de Chamartín. La segunda pasaría por la doble conexión norte-sur, que permitiría unificar los corredores de alta velocidad Madrid-León y Madrid-Barcelona, evitando incluso el paso por Chamartín y abriendo la posibilidad a un nudo norte de comunicaciones de alta velocidad que incluso pudiese conectar en un futuro con los corredores del este y el sur de la península.
Puente anunció también la intención de construir un nuevo tramo de alta velocidad que permita conectar Lleida con Barcelona sin pasar por Camp de Tarragona, lo que también acortaría el viaje entre Madrid y la ciudad condal, así como el estudio de viabilidad para la construcción de una estación de alta velocidad en el Aeropuerto de El Prat.