Una nueva microcredencial de la Universidad de León (ULE) está levantando cierto revuelo en las redes sociales. Algunos usuarios están criticando esta titulación en Pedagogía Antifascista por su financiación por parte Gobierno de España, a pesar de que su responsable, Enrique Javier Díez, defiende que solo busca “impulsar desde la educación una relación con la sociedad y el entorno acorde a los principios de la democracia y el estado de derecho”.
Algunas cuentas que reproducen y viralizan contenidos en redes sociales se hicieron eco esta semana de la nueva microcredencial y las reacciones de algunos usuarios no se han hecho esperar. “Están potenciando la manipulación de la mente de los jóvenes porque ven que los están perdiendo”, “Me costaba creerlo, pero es real. A esto van los fondos Next Generation de la Unión Europea” o “Por cosas como esta la ULE solo es conocida por la carrera de Veterinaria” han sido algunos de los comentarios críticos con esta titulación y que en algunos casos proceden de ámbitos próximos a la extrema derecha.
En todo caso, este ruido mediático ha llevado a que en pocos días se hayan completado las 70 plazas que se ofrecían en esta formación que sigue la “idea básica” de que “no se puede ser demócrata sin ser antifascista”. “Aquí en España somos una anomalía y, a veces, el término antifascismo se ve como algo marginal. A los soldados antifascistas que liberaron París se les hace un homenaje en Francia con autoridades, Ejército… Todo el tema de la recuperación de la memoria histórica aquí es algo casi marginal y si en países de Europa el antifascismo es un término con prestigio, aquí lo tenemos que recuperar”, reflexiona el coordinador.
La microcredencial de Pedagogía Antifascista se desarrollará en la ULE después de las vacaciones de Navidad, comenzando previsiblemente el 15 de enero. En el plan de estudios figuran contenidos como la penetración del neofascismo en la enseñanza o estrategias educativas frente a la misma, debido al “auge” de estas ideologías en el aula.
De hecho, Enrique Javier Díez es el responsable de un proyecto europeo de tres años en el que se ha estudiado esta tendencia al alza del neofascismo y la xenofobia entre los jóvenes, algo que “está preocupando cada vez más”. “Antes ser malote era vestir de heavy o llevar una cresta punky y ahora ser malote es ser de Vox”, reflexiona el catedrático de la ULE.
Ejemplos cercanos
El responsable de esta microcredencial en Pedagogía Antifascista pone como ejemplo cercano una visita a un instituto de una cuenca minera leonesa. Según su versión, los hijos de 11 y 12 años de sindicalistas “muy reivindicativos frente a la desindustrialización” aseguran que “son de Vox”. “Te hablan de feminazis o de ideología de género, pero luego les preguntas y no saben lo que es. Hemos visto que reproducen lo que ven en el mundo adulto y ven que esto es provocativo y que se el profesorado se siente inseguro”, asegura Enrique Javier Díez.
De hecho, el catedrático opina que se está produciendo una “autocensura” en los claustros escolares para evitar tratar ciertos temas. Igualmente, el responsable de la nueva titulación de la ULE indica que los docentes “tienen miedo del pin parental de Vox”.
Otro ejemplo sería su encuentro con una jefa de estudios que le narró cómo una madre llegó protestando a un centro educativo por los carteles del 8 de marzo. Según asegura Enrique Javier Diez, esta progenitora de un alumno amenazó al equipo directivo con denunciar si la cartelería no era retirada por “ideología de género”.
Una formación "acuciante"
El responsable de la microcredencial explica que esta ha sido avalada por la Junta y que responde a una propuesta de CCOO de León que consideró como “acuciante” la necesidad de poner en marcha esta formación. En este contexto, el catedrático de la ULE ve clave “no replegarse” desde la enseñanza a “esta avalancha de la ultraderecha”.
La formación se desarrollará en modalidad online asíncrona, con la participación de hasta nueve profesores. Una propuesta que encaja con la apuesta de la ULE por las microcredenciales, mediante la que pretende competir con el empuje y la empleabilidad de la Formación Profesional. De hecho, la institución académica leonesa ya alcanza una oferta de 16 títulos propios de este tipo.
Aunque todavía faltan más de dos meses y medio para que las clases comiencen, esta microcredencial ya da de qué hablar y mucho entre la comunidad universitaria leonesa. Una propuesta para atajar las ideologías extremistas que parecen ganar terreno entre los adolescentes.